Uno de los métodos sin cirugía más efectivos que existen es el balón gástrico para bajar de peso. La mayoría de los pacientes que tratan la obesidad con este tratamiento, acuden a nuestras clínicas con un elevado nivel de frustración acumulado por previos esfuerzos fallidos.
Muchos de nuestros pacientes han intentado no solo una vez, sino varias veces perder peso, y todas ellas han fracasado. Dietas estrictas, suplementos, largas horas de gimnasio que no consiguen suprimir el apetito ni eliminar los kilos de más. El peso baja por momentos pero se recupera con el tiempo, si el paciente no abandona antes por la ansiedad que le suponen los métodos anteriormente mencionados.
El balón intragástrico le ofrece un excelente punto de partida para comenzar un efectivo programa de pérdida de peso con el que mantenerlo motivado e instaurar hábitos saludables que perduren en el tiempo.
El concepto es simple: un balón que se emplaza en el interior del estómago del paciente y se rellena aproximadamente con 500 -700 ml de suero salino. El ensanchamiento del balón en el estómago da como resultado una sensación de saciedad, que significa menos hambre y deseo de comer. A esto se le suma una dieta equilibrada y ejercicio pautado por un equipo médico que conduce al paciente a la pérdida de peso deseada.
El balón gástrico para bajar de peso actúa como un puente entre la cirugía y la laparoscópia, eliminando los riesgos de ambos procedimientos. Está recomendado para pacientes cuyo Índice de Masa Corporal es superior a 29 y hasta 40, y son considerados snackers; es decir, personas que pican muchas veces al día.
En términos de pérdida, el paciente consigue perder entre un 35 y un 40% de su peso con el balón gástrico. La mejora de condiciones de salud está asociadas a la reducción de la posibilidad de sufrir infarto, apnea del sueño, diabetes tipo II, así como a la mejora de la presión arterial y/o artritis. El paciente tampoco precisa de la toma de suplementos nutricionales ya que nuestro equipo de dietistas se encargará a través de la dieta de proveer todos los nutrientes necesarios por medio de la alimentación.
En resumen, el balón gástrico significa para el paciente no tener que someterse a una cirugía que conlleva riesgos para su salud y superar un período de recuperación. Tampoco tiene que pasar hambre, que es el principal obstáculo al que se enfrenta al realizar un tratamiento de pérdida de peso, y al encontrarse monitorizado por un grupo de profesionales (nutricionista y psicólogo) en todo momento, se asegura de que mantendrá los hábitos adquiridos a lo largo del tiempo.