Blefaroplastia Sin Cirugía
La blefaroplastia sin cirugía, o blefaroplastia no quirúrgica, es un tratamiento que permite conseguir unos párpados de aspecto juvenil , fresco reduciendo la flacidez y sin pasar por quirófano.
Puntos clave de Blefaroplastia Sin Cirugía
- 1ª Valoración
- Blefaroplastia sin cirugía
- Asesoría beauty gratuita
Resultados de una Blefaroplastia sin Cirugía
Los resultados de la blefaroplastia no quirúrgica pueden apreciarse una semana después del tratamiento cuando la piel comience la producción de colágeno y elastina provocada. Hay una serie de ventajas que hacen que la blefaroplastia sin cirugía sea una excelente opción para aquellos pacientes que quieran rejuvenecer su mirada:
- Recuperación rápida y sin molestias.
- Posible combinación con otros tratamientos.
- Sin necesidad de ninguna operación quirúrgica.
- Logra unos resultados naturales.
- Es un tratamiento indoloro.
- Estira la piel, mejora el contorno de los parpados, reduce la hinchazón, las bolsas y las líneas finas.
Nuestros tratamientos de blefaroplastia
Qué es la Blefaroplastia no quirúrgica
La blefaroplastia sin cirugía es un tratamiento estético de vanguardia diseñado para rejuvenecer la apariencia de los párpados y eliminar los signos comunes del envejecimiento, como la flacidez de la piel, las arrugas y la hinchazón.
A diferencia de la blefaroplastia tradicional, que implica incisiones quirúrgicas y la eliminación del exceso de piel y grasa, la blefaroplastia no quirúrgica utiliza opciones como el plasma pen o el Láser CO2 para lograr resultados notables sin necesidad de cirugía.
El plasma pen es una pluma eléctrica que aplica pequeñas descargas de plasma, estimulando la producción de colágeno. De esta forma, se tensa la piel del área ocular, eliminando la flacidez. En la blefaroplastia con plasma pen, la punta de la aguja pasa muy ligeramente sobre la piel, generando molestias mínimas, mientras los resultados son una piel más joven, firme y lisa.
Por otro lado, el Láser CO2 es otra opción efectiva que utiliza un haz de luz para vaporizar las capas superficiales de la piel, promoviendo la regeneración celular y la producción de colágeno, lo que resulta en una piel más suave, firme y libre de imperfecciones.
Ambos tratamientos son no invasivos, rápidos y con una recuperación mínima, ofreciendo una alternativa segura y efectiva a la cirugía tradicional.
¿Cómo se realiza una Blefaroplastia?
La blefaroplastia sin cirugía emplea la tecnología del plasma pen, un procedimiento innovador y no invasivo para rejuvenecer la apariencia de los párpados. El plasma pen para párpados caídos emite una descarga de plasma altamente energizada en forma de pequeños puntos, que se aplican de manera estratégica en la piel. Estos puntos generan una reacción de contracción y tensado de la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina en la zona tratada. Además, el calor producido por el plasma pen ayuda a vaporizar las células dañadas de la epidermis y promueve la regeneración de la piel.
Como alternativa, también se puede utilizar el Láser CO2, que emplea un haz de luz altamente concentrado para vaporizar las capas superficiales de la piel. Este láser favorece la renovación celular y la producción de colágeno, resultando en una piel más firme, suave y rejuvenecida.
Durante la blefaroplastia con plasma pen o Láser CO2, es normal experimentar una sensación de calor y ligera incomodidad, pero gracias a la anestesia tópica aplicada previamente, el malestar es mínimo. El médico va moviendo el plasma pen o el láser de forma meticulosa, asegurándose de tratar todas las áreas. Durante el procedimiento, el equipo tiene un control total sobre la intensidad y la profundidad de la energía utilizada, lo que permite adaptar la blefaroplastia no quirúrgica a las necesidades individuales de cada paciente. Esto asegura una personalización adecuada de la técnica, teniendo en cuenta factores como el tipo de piel, el grado de envejecimiento y las metas estéticas del paciente.
Riesgos y contraindicaciones de una blefaroplastia sin cirugía con plasma pen o láser CO2
La blefaroplastia no ablativa es un tratamiento seguro y efectivo, con riesgos mínimos. Sin embargo, es importante considerar las posibles contraindicaciones asociadas con el procedimiento. Es fundamental que el médico esté al tanto de las siguientes contraindicaciones desde la primera consulta para valorar la compatibilidad con el tratamiento:
- Zonas de piel inflamadas o con edema.
- Cicatrices recientes vascularizadas.
- Procesos infecciosos.
- Durante el tratamiento con antibióticos.
- Acné evolutivo.
- Manchas con relieve o en zonas no expuestas.
- Manchas congénitas (nevus, angiomas, etc.).
- En fototipos V y VI.
- En todas aquellas zonas que hayan sido afectadas alguna vez por un herpes (simple o zoster).
Preparación para una blefaroplastia sin cirugía
Los tratamientos estéticos, incluida la blefaroplastia sin cirugía, generan en los pacientes ciertas dudas sobre el procedimiento, cuidados y preparación, entre otras. Por ello, en la primera valoración proporcionamos al paciente toda la información necesaria. En esta consulta, resolvemos las posibles dudas y nos aseguramos de que el paciente esté tranquilo y seguro antes de su tratamiento. Los pasos a seguir para la blefaroplastia no quirúrgica son los siguientes:
- Se limpia la zona a tratar y se retiran cualquier tipo de crema o maquillaje.
- Se procede a marcar los cuadrantes sobre la zona a tratar con nuestro plasma pen o láser CO2.
- Se coloca el plasma pen o láser sobre la zona a tratar, y este crea pequeños arcos de microcorrientes o haces de luz que forman pequeños puntos en la piel.
- Tras finalizar la blefaroplastia no invasiva, se limpia la zona y se aplica un gel refrescante que hidratará la zona tratada.
- Se explica al paciente las indicaciones y recomendaciones que debe seguir tras el tratamiento.
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Cuidados tras una blefaroplastia con plasma pen o láser CO2
Después de someterse a una blefaroplastia sin cirugía, es crucial cuidar adecuadamente los ojos y seguir las instrucciones posteriores al tratamiento proporcionadas por el equipo médico. Los cuidados son sencillos y ayudan a obtener los mejores resultados y evitar cualquier posible complicación:
- Es importante no tocar ni frotar los ojos para evitar irritaciones o infecciones.
- La exposición directa al sol puede dañar la delicada piel alrededor de los ojos. Se recomienda usar gafas de sol y protector solar con un SPF alto para proteger las áreas tratadas de los rayos UV.
- Hidratar la piel con alguna crema recomendada por el médico.