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POSE reforzado: el siguiente paso en la reducción de estómago sin cirugía

Método POSE Vertical Reforzado

La propagación de la epidemia de la obesidad es un compendio entre el desconocimiento por un lado, de las consecuencias reales y devastadoras del problema y por otro, de la existencia de métodos que podrían cortarlo de raíz.

Recurrir a una dieta suele ser la primera opción de las personas que quieren eliminar los kilos que están comenzando a suponer serios problemas para su salud, pero en muchas ocasiones por el propio metabolismo del paciente o por un mal enfoque de las mismas, el resultado es frustración ante la imposibilidad de conseguir resultados satisfactorios.

Muchas veces por desconocimiento nos resignamos y aceptamos que por no tener la suficiente fuerza de voluntad, nunca podremos conseguir o recuperar un peso saludable cuando el problema en ocasiones escapa a las manos del paciente.

Por suerte, existen diferentes métodos que sí que garantizan una pérdida de peso equilibrada, saludable y sobre todo satisfactoria y efectiva y que además no nos obligan a pasar por quirófano. La medicina sigue avanzando y los métodos de adelgazamiento van mejorando, el método POSE reforzado viene para quedarse, sorprendernos y mejorar la vida de los pacientes de obesidad y sobrepeso.

Diferencias entre POSE y POSE reforzado

El método POSE es un viejo amigo, pero igual que el avance en diferentes aspectos técnicos nos permite mejorar, por ejemplo, nuestros teléfonos móviles de versión en versión de forma increíble, la medicina también se sirve del progreso tecnológico para perfeccionar diferentes procedimientos y tratamientos, lo que hace que se descubran nuevas y optimizadas vías para solucionar diferentes patologías.

Dicho esto, es hora de que conozcamos a nuestro nuevo aliado: el Método POSE reforzado. No es que venga a sustituir a su antecesor. No, no es ni mucho menos un ‘a rey muerto rey puesto’ pues el POSE sigue muy vivo, simplemente cada uno de ellos está pensado para un perfil diferente de paciente, tal y como veremos más adelante. El método reforzado, viene para ayudar a aquellas personas que tienen un IMC más alto que los habituales pacientes de POSE, pero que sin embargo no se atreven a dar el paso de pasar por quirófano.

El procedimiento: reducción de estómago mediante pliegues

La esencia del procedimiento es la misma. El doctor emplea los mismo materiales y la misma técnica en ambos casos: laparoscopia y realización de los pliegues con técnicas no invasivas que permiten que el paciente pueda abandonar el hospital en el tiempo requerido para la recuperación de la anestesia.

La diferencia aparece durante el propio proceso quirúrgico: en el POSE reforzado, se practica un mayor número de pliegues, lo que supone que la capacidad del estómago se reduce aún más que en el POSE simple.

Concretamente el número de pliegues puede aumentar hasta los 15, 3 más que en el POSE habitual. El cirujano, al evaluar el tamaño del estómago y la situación clínica del paciente, es el que decide si efectivamente es apto para someterse a este tratamiento y  mediante laparoscopia realiza los pliegues extra entre la zona de fundus gástrico y el antro estomacal.

Con el método POSE reforzado se pueden realizar hasta 3 pliegues más que en el habitual.
Con el método POSE reforzado se pueden realizar hasta 3 pliegues más que en el habitual.

Los resultados

¿Qué supone pues esa diferencia durante la intervención? Los resultados son más notorios. Después de diversas operaciones y evaluando los resultados en el tiempo, se ha comprobado que los pacientes cuyo estómago se somete a un mayor número de pliegues pueden perder hasta un 10% de peso más que durante el proceso del método POSE habitual, lo que se traduce en la eliminación de hasta 40 kilos, dependiendo del caso particular del paciente y del peso que el doctor considere que necesite perder para entrar dentro de unos baremos saludables.

El paciente ideal para el POSE reforzado

Mientras que el método POSE está indicado para pacientes cuyo IMC se sitúe en torno al 29, el POSE reforzado puede practicarse en pacientes cercanos a unos niveles en los que se tiene que empezar a barajar la posibilidad de practicar una cirugía de manga gástrica, es decir, próximos a 35.

Sin pasar por quirófano, el POSE reforzado puede ofrecer resultados similares a una cirugía completa de banda gástrica, por lo que es el ideal para aquellas personas que quieren reducir su estómago de forma más acusada, pero son reticentes a métodos que requieren intervenciones quirúrgicas que impliquen incisión y más tiempo en quirófano.

No obstante, como en cualquier tipo de cirugía, es el especialista el que ha determinar qué tipo de tratamiento es el más adecuado para el paciente, teniendo en cuenta tanto su IMC como su historial clínico y posibles patologías incompatibles con cualquiera de los procesos.

La vida después del método POSE reforzado

Recordemos lo que siempre hay que tener en cuenta cuando se habla de cirugías para la pérdida de peso: el proceso no se cierra en quirófano. Es vital que el paciente tenga en cuenta que el método POSE reforzado es el primer paso hacia una nueva vida en la que la nutrición tiene que dejar de ser su más acérrimo enemigo para convertirse en su mejor compañero.

El POSE reforzado solo es el primer paso hacia un nuevo estilo de vida saludable.
El POSE reforzado es el primer paso hacia un nuevo estilo de vida saludable.

El proceso de recuperación, al igual que ocurre con el método POSE no supera las 48 horas. Una vez transcurridas, el paciente puede hacer vida perfectamente normal e incluso incorporarse a su puesto de trabajo siempre y cuando este no requiera la práctica de esfuerzos físicos fuera de lo habitual.

A corto plazo lo que más resalta del POSE reforzado es el inocuo posoperatorio, a largo plazo las bondades del tratamiento tienen que ver con una mejora extraordinaria del  nivel de calidad de vida de los pacientes, ya que gracias a él, se despiden no sólo del exceso de peso sino también poco a poco de las enfermedades que de él derivan.

La psicología del POSE reforzado

La parte positiva de cualquier cirugía para la pérdida de peso, es que los resultados paulatinos pero eficaces son muy motivadores para los pacientes, que al ver cómo sus esfuerzos van siendo recompensados siguen luchando para conseguir su objetivo final.

El método POSE reforzado, por tanto, no sólo nos ayuda a adelgazar reduciendo el tamaño de nuestro estómago, sino también a ir superando una serie de retos de pérdida de peso que incentivan y mejoran el autoestima de los pacientes, haciendo que se sientan cómodos con el tratamiento y que desarrollen un mayor nivel de compromiso con el mismo.

Reparar nuestra salud influye directamente en nuestro carácter y forma de relacionarnos con los demás, así como en el aumento de autoestima al ir superando metas que hace tan solo unas semanas podrían parecer imposibles. ¡Todo suma! Y los pequeños cambios que se irán sucediendo mes a mes acabarán por dar una persona completamente nueva y mucho más cerca de su felicidad de lo que estaba antes pues, con salud y amor propio, la vida se ve de otra forma.

Mientras la medicina avance, todo marchará bien. Conocer, tanto por parte de los profesionales como de los pacientes,  los diferentes métodos e innovaciones médicas que permiten solucionar problemas de obesidad y sobrepeso es clave para poder frenar estas patologías.

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