Aunque la cirugía de pecho más demandada y popular es el aumento, no debemos olvidar que hay muchas otras que tienen un fin no únicamente estético sino que su práctica tiene que ver también con la salud.
La reducción de pecho es junto a la mastopexia la hermana pequeña de la mamoplastia de aumento, pero su creciente demanda debido también a que algunas celebrities reconocen que se han realizado y sobre todo su importancia para las mujeres que cada vez más se plantean atravesar por este proceso ha hecho que se gane un lugar de honor en este blog junto a los demás artículos de mitos, mentiras y verdades de nuestros tratamientos.
¡Es hora de que despejes todas tus dudas sobre la mamoplastia de reducción! ¡Vamos a por ello!
Se retira parte de la glándula mamaria
Verdadero
La operación de reducción de pecho consiste en la retirada de tejido mamario. En este tejido encontramos tres elementos principales: grasa, materia glandular y piel. Pese a que lo que más se elimina es grasa -mayores niveles cuanto más edad tenga la paciente- también se llega a retirar parte de la glándula mamaria en caso de que esta esté super desarrollada.
No obstante la retirada de la glándula mamaria pese a que hace que se reduzca el volumen de los senos, no modifica su forma. Por supuesto esta modificación no tiene ninguna repercusión negativa en el funcionamiento del organismo de las mujeres que se someten a ella ni tan siquiera a nivel hormonal -tampoco afecta en la lactancia tal y como veremos más adelante-.
Los resultados son definitivos
Verdadero
Siempre y cuando se sigan las pautas indicadas por el cirujano, los resultados de la mamoplastia de reducción son definitivos. Sí que es cierto que hay factores que escapan a nuestro control que pueden modificar la apariencia pos operatoria tales como embarazos, fluctuaciones de peso o cambios a nivel hormonal.
No obstante, aún pasando por estos procesos el aspecto de los senos nunca volvería a ser el mismo que antes de la mamoplastia puesto que el tejido ya ha sido modificado.
Soluciona problemas de espalda
Verdadero
Las mujeres con un gran contorno pectoral o gigantomastia siempre refieren graves dolores de espalda y cuello que llegan a afectar a su día a día.
Mediante la reducción de carga que supone la retirada de tejido mamario y con la ayuda de un fisioterapeuta que corrija las agresiones que se han producido antes de la operación, se consiguen solucionar al completo esas molestias.
Los problemas de espalda suele ser precisamente la principal causa por la que las pacientes deciden realizarse la mamoplastia de reducción.
La operación es similar a la de aumento de pecho
Falso
La operación es algo más complicada que la de aumento de pecho. Tenemos que tener en cuenta que estamos retocando nuestros propios tejidos, por lo que es un trabajo más delicado y sobre todo que requiere más tiempo para su realización.
Tenemos que tener también en cuenta que en una reducción de pecho no solo estamos modificando el volumen de la mama sino también su forma y su proyección. Mientras que el aumento de pecho se realiza en aproximadamente una hora y media de intervención, la de reducción se puede prolongar hasta las 4-5 horas.
El posoperatorio es complicado
Falso
No solo es muy sencillo, además no provoca apenas molestias en las pacientes. Mientras se sigan las indicaciones del cirujano, el posoperatorio se convierte en un proceso completa y felizmente inocuo.
La consideración que más en cuenta tiene que ser tomada, es la de portar durante un periodo de 4 semanas un sujetador post quirúrgico con el fin de que los resultados sean los deseados. Este sujetador permite moldear y sujetar la piel que se ha trabajado durante la intervención de tal modo que se adapte a la perfección a la nueva forma y tamaño de los senos.
El pecho también modifica su posición
Verdadero
Efectivamente. Ya lo habréis podido entrever en los anteriores puntos pero ¡sí! En la mamoplastia de reducción de pecho además de modelar el volumen y la forma de los senos se consigue levantarlos.
La modificación de los tejidos permite que la piel se tense y que de este modo pueda volver a sujetar los senos ahora que tienen un peso menor y que la fuerza de la gravedad es mucho más pequeña. A esta elevación ayudará precisamente el sujetador pos operatorio, elemento indispensable del que os acabamos de hablar.
Reduce el riesgo de cáncer de mama
Verdadero
Este tipo de intervención puede ser efectiva para reducir las posibilidades de padecer cáncer de mama en tanto que su principal función es eliminar tejido mamario.
Al excluir parte de la mama se reduce el área en la que el cáncer puede tener incidencia aunque debemos tener claro que sí bien es cierto que la reducción de pecho puede ayudar a la prevención, no es en absoluto tan eficaz como cirugías como la mastectomía, más radicales y realizadas específicamente por este motivo en casos en los que existe un alto nivel de riesgo.
Los hombres no pueden someterse a una reducción de pecho
Falso
Los hombres al igual que las mujeres poseen glándulas mamarias solo que no están desarrolladas. Bien sea por desajustes hormonales o por cambios de peso estas pueden crecer y dar lugar a un pectoral super desarrollado. En estos casos existe una intervención para reducir su tamaño conocida como ginecomastia.
El proceso no es tan complejo como el de la reducción de pecho en la mujer ya que el tejido a eliminar suele ser mucho menor, aunque la técnica es similar en ambos casos.
Mejora el estado de la piel
Verdadero
En muchas ocasiones el excesivo volumen de los senos no solo causa problemas en la espalda sino también en nuestra piel, especialmente en la zona submamaria ya que al encontrarse en continua fricción con los senos se debilita y esto puede ocasionar brotes de dermatitis.
Al reducir el tamaño del pecho, se consigue frenar al fricción y de este modo recuperar el estado saludable de la piel en este área.
Mejora el autoestima
Verdadero
La mejora del autoestima es una de las principales motivaciones de nuestras pacientes -junto a, como ya hemos comentado, los problemas de espalda-. Un tamaño excesivo de los senos puede provocar una serie de complejos que hacen que la vida se nuble. En este tipo de casos, la operación más que un capricho es una vía para sentirte más cómoda con tu propia imagen.
En muchas ocasiones la mastoplastia se aleja del concepto de frivolidad y se aproxima más al de bienestar y en este punto, eres tú misma la que tienes que tomar la decisión buscando el apoyo de tus seres queridos pero no permitiendo que opiniones negativas influyan en ella puesto que si has decidido dar el paso, ya has conseguido dar el primer paso del camino hacia tu felicidad plena.