¡Volvemos con una nueva ronda de mitos, mentiras y verdades! Y esta vez es el turno de la otoplastia. Esta intervención está destinada a corregir la forma y el tamaño de las orejas y se realiza en pacientes que suelen tener complejos debido a sus orejas de soplillo.
Curiosamente, la otoplastia es una de las intervenciones de cirugía estética más polémicas puesto que se pone en cuestión si esta puede o no realizarse en niños y este es precisamente uno de los puntos que aclararemos en este artículo. ¿Quieres descubrirlo todo sobre la operación de orejas? ¡Sigue leyendo!
1. Se puede realizar en niños
Verdadero
Sí, por mucho que te cueste creerlo la otoplastia es una cirugía que se puede practicar en menores y de hecho, la edad a partir de la que se puede realizar son los 7 años puesto que se considera que las orejas ya están formadas y definidas.
Sin embargo al ser un procedimiento quirúrgico de carácter estético, es necesario que los menores cuenten con una autorización de sus tutores legales para poder realizársela. El criterio médico es esencial para decidir si efectivamente el niño es apto o no para intervenirse.
Tan solo durante el pasado año, miles de cirugías estéticas se realizaron a menores en nuestro país y cada vez son más los padres que se interesan por este procedimiento. La otoplastia es recomendable en muchos casos, especialmente en aquellos en los que los complejos del niño están comenzando a influir en su autoestima puesto que esto puede tener graves consecuencias para su desarrollo psicológico posterior.
2. Existen diferentes tipos de otoplastia
Verdadero
Dependiendo del tipo de imperfección que se quiera corregir la otoplastia se realiza en una u otra zona de la oreja. El problema más común es el de las orejas de soplillo sin embargo también se puede reducir el tamaño del pabellón auditivo, corregir la forma del helix -la dobles de la parte exterior de la oreja- o reparar unos lóbulos colgantes o rasgados – aunque en este caso la intervención se conoce como lobuloplastia-.
3. La operación es muy complicada
Falso
Entrar en un quirófano siempre asusta y este es el principal motivo por el que se le da tantas vueltas a la decisión de realizarse una otoplastia. No obstante, esta operación es de carácter ambulatorio y se realiza en apenas una hora con un método muy sencillo y sobradamente testado. Además, la anestesia que se aplica es local.
4. La recuperación es larga y dolorosa
Falso
¡Todo lo contrario! La recuperación de la otoplastia va desde los 2 a los 7 días dependiendo de cada paciente y los cuidados que se requieren durante este periodo son muy sencillos y fáciles de llevar a cabo.
Si el paciente sigue las indicaciones del doctor no va a existir ningún tipo de complicación. En la mayoría de los casos se notan molestias ligeras en la zona intervenida tales como tirantez o inflamación, no obstante desaparecen a los dos días de haberse realizado la operación.
5. Se pierde agudeza auditiva
Falso
Este es uno de los mitos más extendidos y es rotundamente falso. Tenemos que tener en cuenta que el área que se retoca en la intervención en ningún caso excede del perímetro externo de las orejas es decir, que no se toca el oído interno por lo que no existe ningún riesgo de que afecte a la audición.
La otoplastia corrige la forma del pabellón auditivo. Lo que se modifica es el cartílago, no piezas que interfieran en el sentido del oído. Esta operación en ningún caso va a mejorar ni a empeorar nuestra audición.
6. Es necesario llevar vendaje tras la operación
Verdadero
Para evitar infecciones los cirujanos recomiendan llevar un vendaje en la zona intervenida durante los dos primeros días. Pasados esos dos días, el paciente ha de llevar una banda elástica con el fin de que la forma de las orejas quede fijada y no sufra ningún tipo de modificación. Solo siguiendo estos consejos los resultados de operación serán óptimos.
7. Se deben dejar de usar gafas
Falso
Sí que es cierto que durante el periodo de recuperación no es recomendable el uso de gafas puesto que puede que la patilla nos cause molestias. Además, debido al vendaje y a la posterior banda de compresión que hay que llevar después de la operación no se pueden portar lentes.
Pasados los días de recuperación prescritos por el cirujano, se podrá volver a llevar gafas sin ningún problema.
8. Existen otras alternativas para corregir las orejas de soplillo
Verdadero
Existen alternativas no quirúrgicas, no definitivas y muy incómodas. La más común de todas ellas son unas pequeñas pegatinas que se pueden adquirir en las farmacias. Gracias a ellas la oreja se pega a la cabeza de tal forma que desaparece ‘el soplillo’. Este suele ser el primer recurso al que acuden nuestros pacientes sin embargo es un método arcaico, poco eficaz y poco estético puesto que en muchas ocasiones las pegatinas quedan al descubierto.
9. Las cicatrices que quedan son muy visibles
Falso
Pese a que las orejas están muy expuestas especialmente cuando se lleva el pelo corto, las cicatrices de a intervención son invisibles. Además de que se realizan suturas de cirugía estética, estas quedan ocultas en los propios pliegues del pabellón auditivo por lo que la operación no deja ningún tipo de rastro.
La rápida recuperación y la invisibilidad de las marcas de la operación han hecho que esta intervención haya sido escogida por numerosas celebrities para corregir la forma de sus orejas.
10. Aumenta el autoestima de los pacientes
Verdadero
Esta es la principal ventaja de la cirugía estética. Puede que te parezca algo frívolo o incluso innecesario pero más increíble te parecería conocer cómo cambia la vida de nuestros pacientes después de realizarse una intervención.
La otoplastia es una de las operaciones que más influye en el estado de ánimo de los pacientes puesto que corrige un problema muy visible. El que los resultados sean visibles desde la salida de quirófano, ayuda a que los pacientes se sientan felices de haber tomado la decisión al instante.
Una vez más esperamos haber resuelto todas tus dudas sobre otro de nuestros tratamientos de cirugía estética y sobre todo que, poco a poco, le vayas perdiendo el miedo a estos procedimientos que ya se han convertido en cien por cien accesibles y seguros.