¡Maldita grasa localizada! Ni la dieta ni el ejercicio hacen que permanezca ahí, impertérrita, verano tras verano. Lo hemos intentado todo: esos abdominales que recomienda Pilar Rubio, la dieta de las Jenner y hasta hemos tirado de esas pastillas adelgazantes que anunciaba Rosa de España ¡y nada de nada! Después de todas esas soluciones milagrosas nos apuntamos al gym y comenzamos a cambiar nuestros hábitos alimenticios y pese a que perdimos algunos kilos, había zonas en las que la grasa estaba tan pegada que ¡es imposible eliminarla!
Pero ¡nunca digas nunca! Porque sí, esa grasa se puede eliminar solo tienes que encontrar el tratamiento que mejor te viene a ti para hacerlo. ¡Sí! Existen varias alternativas, incluso si los bisturís te dan yuyu existen métodos para conseguirlo. Este secreto va a acabar por fin con el eterno problema de la operación bikini así que ¡a darle caña a tu cuerpo serrano!
Si quieres decidirte por un tratamiento, primero tendrás que conocerlos y nosotros te vamos a dar las claves de cada uno de ellos para que puedas decantarte.
Liposucción: el método tradicional
La liposucción es el método tradicional de retirada de grasa y es el clásico al que siempre se puede acudir. No obstante, los métodos han ido evolucionando y hoy en día la liposucción no es solo una intervención muy sencilla de realizar si no que permite resultados espectaculares llegando incluso a poder ayudarte a bajar dos tallas en una sesión de poco más de una hora de duración.
Esta intervención fue la primera creada para eliminar los cúmulos de grasa de nuestro cuerpo. La primera operación se realizó en 1926 a una bailarina que quería eliminar la grasa excesiva de sus rodillas. Debido a que el método no estaba bien desarrollado y a que se realizaba con instrumental quirúrgico no especializado y de nula calidad, se produjo gangrena y a la paciente se le tuvieron que amputar las piernas.
Afortunadamente el paso de los años hizo que la tecnología médica mejorase y en 1974 un ginecólogo italiano creó lo que actualmente se conoce como liposucción, mejorando el instrumental y permitiendo que la grasa se succionara sin necesidad de recurrir a un complejo procedimiento quirúrgico.
Los procedimientos médicos en cirugía estética no dejan de avanzar y hoy en día no existen complicaciones posibles en el proceso de liposucción, que se ha convertido en algo rutinario en las clínicas de cirugía estética al ser el segundo tratamiento más demandado por los pacientes, solo superado por el aumento de pecho.
Las últimas líneas de investigación en torno a la liposucción están destinadas a crear nuevos aparatos que permitan crear menos traumatismos y sobre todo, a facilitar una recuperación más rápida para los pacientes.
Este tratamiento está especialmente indicado para personas que quieren perder grasa en zonas grandes de su cuerpo como piernas, abdomen y flancos.
Lipoláser: elimina tu grasa con calor
El lipoláser es uno de esos avances en la estética que han permitido que el proceso de la liposucción se realice de forma rápida y eficaz. Este tratamiento no requiere hospitalización y además no daña los tejidos. La diferencia con la liposucción es que mientras la primera se puede destinar a zonas más grandes, el lipoláser está pensado para eliminar la grasa acumulada en áreas más localizadas de nuestro cuerpo.
Otra de las ventajas del lipoláser es que además de eliminar grasa, hace desaparecer la flacidez de la piel por lo que es el tratamiento ideal para personas que hayan tenido fluctuaciones de peso.
Este tratamiento está indicado para personas que quieran perder grasa en partes muy concretas de su organismo con un tiempo de recuperación fugaz.
Su principal valor es la facilidad del procedimiento. Mediante un aparato especial, se consigue disolver la grasa y posteriormente es nuestro propio cuerpo el que se encarga de desecharla por sí mismo, por lo que es un procedimiento mucho más natural que el de la liposucción al uso.
Liposonix: pierde grasa con ultrasonidos
Mientras que el lipoláser disuelve la grasa con calor, el liposonix lo hace mediante ultrasonidos. También destinado a deshacer la grasa de zonas pequeñas de nuestro cuerpo, el liposonix está ganando adeptos en los últimos años.
El liposonix es capaz de disolver hasta 2 cm de grasa acumulada, por lo que está indicado para personas cuyo IMC es menor al de los pacientes de liposucción o lipoláser.
La principal ventaja de este tratamiento es que tarda menos de una hora en realizarse y que los resultados son visibles en solo una sesión, por lo que es el tratamiento ideal para las operaciones bikini exprés que tanto se reclaman en los meses previos al verano, eso sí, si durante el resto del año no nos hemos pasado demasiado con los caprichitos gastronómicos.
La dieta y el ejercicio, como ya sabemos, son la clave para mantener una figura ideal, pero cuando ni siquiera eso es capaz de terminar con ciertos cúmulos grasos de nuestro cuerpo, es hora de pasar a la acción y de ponerse en manos de profesionales que nos orienten sobre cómo hacerlo.
Dependiendo del IMC que tenga el paciente el cirujano o médico estético recomienda uno u otro tratamiento, haciendo que la decisión sea la más adecuada para él y que quede en un punto intermedio entre sus deseos y expectativas y los resultados que son saludablemente adecuados.
No obstante, tienes que recordar que estos tipos de tratamientos no son una cura contra la obesidad y el sobrepeso. Cuando tu IMC se sitúa por encima de las cuotas saludables, es necesario que acudas a la consulta de un nutricionista que revise tus hábitos alimenticios puesto que pese a que estos tratamientos retiran la grasa de tu cuerpo, si no eres capaz de controlar tu alimentación y llevar un estilo de vida saludable, esas acumulaciones grasas van a volver a aparecer.