“Se acabó, porque yo me lo propuse y sufrí” Si es que ya nos lo decía hace unos años nuestra quería María Jimenez y cuanta razón tenía, porque ahora más que nunca nos toca sufrir pero sufrir de verdad.
Hace poco menos de una semana poníamos el punto y final a las fiestas de Navidad y eso solo podía significar una cosa, el adiós a los turrones, a las cenas de 20 platos y a los desayunos con chocolate y roscón. ¡¡Ay qué ricos!! Pero se acabó, es hora de dar la bienvenida de nuevo a nuestra rutina saludable o comenzar el nuevo año con unos hábitos que nos puedan ayudar a perder esos kilitos de más que hemos cogido en estas fechas o concienciarnos, por fin, de lo importante que es seguir unas pautas en las que la grasa no sea nuestra compañera de fatigas.
Seguro que muchos de vosotros ya habéis marcado la x en la casilla de “hábitos saludables” como uno de los propósitos para este nuevo año. El problema es que ya conocemos como funciona esto, los primeros días muy a full, llevamos la dieta a rajatabla, ejercicio todos los días, vamos a apuntarnos al gimnasio, nos compramos las zapatillas en las rebajas y luego después de un mes si te he visto, no me acuerdo. Modificar todos nuestros hábitos de un día para otro es prácticamente imposible, por eso lo primero que tenemos que hacer es tener claras las pautas que vamos a seguir, llevarlas a cabo de manera progresiva y solo así conseguiremos que se convierta en nuestra nueva rutina de trabajo.
2017: Reto Healthy
Ya no hay marcha atrás y es que este año tiene que ser el nuestro. Tenemos por delante un poquito menos de 365 días para conseguir nuestra meta, sentirnos felices con nosotros mismos y eso solo es posible con constancia, trabajo y con estos 5 tips que hemos preparado especialmente para ti.
1.Prepara el camino para lo que se presenta
Sabemos que el inicio es doloroso, tendrás que decir adiós a esos desayunos con bollitos de chocolate que te traen tus compañeros, a esas comidas fuera de la oficina, al aperitivo de pincho de tortilla con una cervecita e incluso a esos domingos de mantita, peli y pizza. Con un poquitín de fuerza de voluntad será posible, creernos y os lo dice una servidora que pasa por este tipo de situaciones diariamente.
Pero tranquilos que el ambiente nunca, nunca puede sabotear tu propósito. La clave está en planificar mejor esas comidas o esos momentos con alimentos poco saludables que habitualmente nos rodean, podemos sustituir los bollos por fruta, comenzar a elaborar nuestro propio menú, incitar en la oficina a que tus compis te acompañen en el “día especial de tupper” o hacer nuestra propia pizza saludable.
Ahora que tenemos más o menos controlado el área de la alimentación nos falta la otra pieza importante del puzzle, el ejercicio físico. Lo primero es hacer un listado de aquellas personas que te rodean que hacen deporte, sabemos que tu ritmo será distinto pero de primeras puedes tirar de ellos para obligarte a ir. No solo tienes que pensar en el gimnasio, sino en salir a correr o incluso ir a dar paseos, puede ser una buena opción para empezar. Pero si nada de esto te convence puedes empezar por reducir el uso del transporte público y sustituirlo por la bicicleta o incluso por andar.
2. Sin obsesionarse en exceso
Los controles y los “no” son buenos pero como todo en esta vida sin excederse. Bajar de peso no es algo que pase de la noche a la mañana, tenemos que tener paciencia pero, poco a poco, notaremos como vamos mejorando.
Seremos capaces de aguantar más tiempo haciendo ejercicio, automáticamente nuestra cabeza pensará en recetas mucho más saludables, nuestros músculos dejarán de ser “blandiblu” y poco a poco los sentirás más fuertes, verás que para entrar en tus vaqueros no necesitas meter tripa y lo más importante, te sentirás mucho mejor contigo mismo.
3. Alimentación y Deporte, los nuevos aliados
Conseguir que el 2017 se convierta en tu año más healthy es muy sencillo si trabajamos nuestra alimentación y tenemos una vida activa. Los últimos estudios han afirmado que más del 40% de los españoles piensa que sus hábitos alimenticios no son los más adecuados, hay pequeños cambios que nos pueden ayudar a mejorar estos hábitos de una forma sencilla sin apenas notarlo y lo más importante sin pasar hambre.
- Beber agua: la mejor forma de hidratarnos sin aportar calorías vacías a nuestro cuerpo es bebiendo agua de manera constante. Debemos olvidarnos de los refrescos, zumos con azúcar añadido e incluso del alcohol, ya que no nos ofrecen ningún tipo de beneficio y aportan grandes cantidades de calorías que no son necesarias.
- Vegetales en nuestro plato: seguro que ya sabes que uno de los tips de nutrición es tomar 5 piezas de frutas y verduras al día. Si en cada una de nuestras comidas aparecen este tipo de alimentos será mucho más fácil poder cumplirlo. Podemos introducir fruta tanto en el desayuno, almuerzo como en la mierda, así como zanahorias y ensaladas para comer y cenar. Así conseguiremos que nuestras comidas sean más ligeras y aportaremos a nuestro cuerpo nutrientes, minerales, fibra y antioxidantes.
- Disminuir el consumo de azúcar: ya lo ha dicho más de una y de dos veces la OMS, no es recomendable consumir más de 25 gramos al día de azúcar, para ello solo hay que intentar reducir las bebidas y los alimentos industriales y precocinados.
Lo ideal es que una experta en nutrición sea la persona encargada de supervisar en todo momento el tipo de alimentación que realizas, para ayudarte a perder peso de una manera más rápida.
Atrás quedo la típica excusa de que no tenemos tiempo o incluso de que no tenemos dinero para poder suscribirnos al gimnasio. Hay una gran cantidad de actividades que se pueden realizar de manera gratuita y lo mejor, sin darnos cuenta. Subir las escaleras, andar hacia nuestro trabajo (para quién sea posible) o incluso las propias bolsas de la compra nos pueden ayudar a fortalecer nuestros músculos, incluso en casa hay muchos más objetos de los que pensamos que nos pueden echar una mano para hacer deporte sin “quererlo”, por ejemplo levantar los cartones de leche, abdominales o sentarse y levantarse de la silla.
4. Progresivamente
Una vez que tengamos claro las pautas que vamos a seguir lo ideal es que vayamos paso a paso. Primero tenemos que comenzar con aquellas cosas que sean más fáciles para nosotros de eliminar de nuestra vida diaria para que progresivamente podamos ir instaurando nuevos cambios.
Como hemos dicho obsesionarse no es nada bueno y puede provocar perdidas extremas de peso con efectos rebotes.
5. Disfruta y siéntete feliz
Conseguir llegar a tener una vida healthy tiene que ser un reto personal, un reto que nos traiga felicidad y bienestar a nuestra vida. Si para nosotros es una imposición nunca conseguiremos alcanzar nuestros objetivos al 100%.
Ahora que ya sabemos como conseguir 365 días saludables solo nos queda ponerlo en práctica, así que anímate y únete al reto de cambiar tu estilo de vida.