Tener que limitar nuestra velocidad a 80km/hora por algunas de nuestras carreteras, no poder estacionar en determinadas zonas de la ciudad o incluso restringir el uso de nuestro coche en el casco urbano según la calidad de los humos que emita son solo algunas de las medidas que las grandes ciudades europeas están tomando para combatir los problemas de contaminación.
Aunque estas acciones globales son fundamentales para reducir esos niveles, tenemos que ir más allá y comenzar a protegernos de los riesgos que la polución esta provocando en nuestra salud.
Una de las zonas que se ve más afectada por este problema es nuestra piel, en concreto nuestro rostro, quien está diariamente expuesto a las partículas de monóxido de carbono, óxido de nitrógeno o dióxido de azufre que penetran libremente y directamente en nuestros poros. Esta exposición constante puede llegar a provocar el envejecimiento prematuro de nuestro rostro, deshidratación, irritación, aparición de acné e incluso cualquier tipo de alergia, solo en nuestras manos se encuentra la solución para poder reducir estos problemas en nuestra piel.
Aún con todos estos problemas de contaminación en el planeta todavía es posible conseguir lucir una piel radiante, la clave se encuentra en aplicar una serie de consejos basados en cuidados en la piel básicos y accesibles a todos los públicos.
Cuidados en la piel para afrontar la contaminación
Como ya sabréis la piel está formada por varias capas (epidermis, dermis y la hipodermis), la función principal de éstas es protegernos de los agentes nocivos que se encuentran en el exterior. Por ello, es necesario que la cuidemos para conservarla intacta.
Existe tanta información en el mercado que en muchas ocasiones no sabemos cuáles son los mejores cuidados para nuestra piel. En verdad todo es mucho más sencillo de lo que creemos y la fórmula mágica se divide en tres únicas palabras: limpiar, reactivar e hidratar.
1. Eliminar impurezas
Limpiar nuestro rostro es la mejor forma de eliminar diariamente cualquiera de las impurezas con las que hayamos estado en contacto durante el día, algo así como dejar respirar a nuestra piel. Lo ideal sería realizarlo dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, pero si eres de aquellas personas que no tiene tiempo para casi nada o se levanta con la hora pegada, no te preocupes, es mucho más recomendable que lo realices una única vez antes de dormir que saltarte las dos.
Lo primero que tenemos que hacer es utilizar un desmaquillante, en este caso existen diferentes opciones como aceites, agua micelar, leche desmaquilladora o incluso toallitas, aunque no es la opción que más nos guste. Aplicaremos el producto que elijamos en un de los discos de maquillaje para así poder repartirlo por todo el rostro y conseguir una limpieza más a fondo. Una vez que hayas terminado es necesario usar un tónico, nos ayudará a calmar la posible irritación de la piel y preparar el rostro para el próximo día. Esta rutina tiene que convertirse en un hábito totalmente integrado en nuestras acciones diarias en el cuidado personal.
Aún así es conveniente que cada 6-9 meses hagamos una limpieza más profunda de la que comencemos a realizar de manera diaria. Para ello existen varios tratamientos que nos podrán ayudar a conseguirlo, entre todas las opciones de medicina estética recomendamos siempre la Mesoterapia Facial . Este tratamiento se caracteriza por ser el cóctel perfecto de nutrientes, minerales y aminoácidos que nos ayudarán no solo a eliminar esas impurezas o primeras marcas de la edad, sino que regenerarán nuestra piel recuperando el brillo, tono y aspecto saludable.
Y si lo que buscamos es algo con más profundidad lo ideal sería una sesión facial de Láser Fraxel Dual, gracias a la tecnología láser podremos prevenir y eliminar las marcas y manchas provocadas por la contaminación y el sol.
2. Reactivar y reafirmar
Una vez que hemos conseguido que nuestro rostro este totalmente limpio es el momento de reactivar y reafirmar nuestras células, para que así se sienta purificado y totalmente reluciente. Actualmente existen varios rituales de limpieza, lo mejor es que una o dos veces por semana utilicemos una mascarilla o exfoliante facial, ayudando así a reducir los poros, lugar de donde acceden las partículas grasas y contaminantes a nuestra piel.
Además de esta rutina semanal de belleza siempre se suele recomendar que, al menos una vez al año, y sobre todo cuando vamos siendo más mayores nos realicemos una sesión de radiofrecuencia con Thermage CPT tanto en la zona del rostro como en el cuello. Ambas zonas están expuestas diariamente a varios factores como el Sol y la contaminación, haciendo que penetren esas impurezas en zonas donde las cremas o los tónicos no pueden llegar.
Este tratamiento está considerado como una de las técnicas más útiles para combatir la posible flacidez, los resultados son tan naturales y sorprendentes que no dejarán indiferente a nadie.
3. Hidratar diariamente
Tan importante es limpiar y reactivar como hidratar nuestro piel, de nada nos serviría realizarnos mil tratamientos si no cuidáramos nuestra piel con una crema hidratante como se merece. Uno de los efectos nocivos que tiene la contaminación para nuestro rostro es la sequedad y ese proceso de deshidratación. La pista perfecta para saber si es eso lo que verdaderamente nos está ocurriendo es ver que nuestra piel está seca, irritada y con grietas.
Por todo ello, es más que necesario protegernos diariamente como mínimo dos veces al día. Recuerda elegir un tipo de crema que se adapte a tu piel y tus necesidades, echa un vistazo a esta web, porque claro no es lo mismo tener la piel grasa que seca o tener 20 años a tener 50.
Y por último, pero no menos importante, una buena alimentación que nos ayude a no tener una piel tan grasa. Ahora que ya conocemos la fórmula mágica solo nos queda aplicarla y decir no a la contaminación.