¿Cansada de tu grasa corporal? Tras largas temporadas con dietas y con ejercicio físico constante es hora de probar con otro tipo de técnicas que nos ayuden a conseguir los resultados que verdaderamente buscamos: eliminar la grasa localizada de nuestra zona corporal.
En estos últimos años la liposucción con láser se ha convertido en una de las intervenciones más solicitadas por los pacientes. Su innovadora técnica láser permite al cirujano una mayor precisión en la corrección de las zonas con una mayor acumulación de grasa, que ni desaparece con ejercicio, ni con dietas personalizadas. Este método tan revolucionario en el campo de la cirugía estética permite disolver y licuar la grasa extraída sin dañar ninguno de los tejidos, ayudando al paciente a remodelar su silueta, reducir la celulitis y atenuar la flacidez de la zona tratada.
Al tratarse de una técnica mínimamente invasiva, no hay necesidad de un ingreso hospitalario, por lo tanto el paciente no tendrá que realizar una recuperación especial y podrá incorporarse a su rutina diaria en pocos días o incluso de manera inmediata, dependiendo de las zonas que se hayan remodelado.
¿Cómo se realiza la liposucción con láser?
El tratamiento de lipoláser se realiza con anestesia local más una sedación, de tal manera que el paciente no tenga ninguna molestia durante toda la intervención. El cirujano, a través de una leve incisión en la zona a tratar, introduce una pequeña cánula que va destruyendo los adipocitos mediante el calor, a la vez que diluye esa grasa y la transforma en líquido. Esta grasa líquida se elimina de manera natural en el cuerpo y se ayuda con una absorción en el momento que se va disolviendo.
Gracias a la emisión de calor de la fibra del láser no se produce ningún tipo de hemorragia, hematoma, dolor, ni riesgo de embolia, algo que si puede llegar a suceder en el caso de la liposucción tradicional. Además durante todo el proceso se estimula la producción de colágeno tanto en la piel como en el tejido graso, ayudando así a mejorar esa flacidez y retracción de los tejidos.
Zonas de aplicación del lipoláser
El lipoláser está pensando para eliminar los pequeños cúmulos de grasa localizados, por lo que es muy efectivo en zonas pequeñas que padecen mucha flacidez. Las zonas más comunes donde se puede aplicar son:
- Abdomen
- Flancos
- Caderas
- Brazos
- Muslos
- Espalda
- Pelvis
- Papada
- Pubis
Dependiendo de las necesidades de cada persona será conveniente una serie de cuidados a posteriori de la intervención. En todo momento nuestro equipo médico le dará las indicaciones necesarias al paciente para conseguir el mejor resultado posible y una recuperación prácticamente inmediata.
Diferencia entre la liposucción con láser y la liposucción tradicional
Son muchas las ventajas que existen entre el lipoláser y la liposucción tal cual la conocemos. La primera y principal es la tecnología que se utiliza y, por lo tanto, los resultados que se consiguen finalmente. En el primer caso se utiliza una técnica láser, una cirugía mucho menos invasiva que consigue unos resultados mucho más inmediatos y una recuperación más rápida, mientras que en la liposucción tradicional es normal que el paciente tenga que estar entre unos 7-10 días con cuidados especiales en la zona corporal.
Otra de la diferencias destacables es el objetivo principal, en el caso del lipoláser se busca eliminar la grasa mediante un proceso de licuación sin dañar los tejidos de la piel, sin embargo la liposucción se basa en aspirar esa grasa y romper tanto los tejidos como las zonas venosas del área a tratar.
Es importante dejar claro que estos dos tratamientos pueden ser totalmente compatibles, ya que el lipoláser no está creado para extraer grandes cantidades de grasa como sucede en el proceso tradicional. Pero si es cierto que nos permite tratar cúmulos de grasa en zonas pequeñas donde otros métodos no pueden actuar, por lo tanto se pueden utilizar ambas técnicas con el mismo paciente.
Otra de las diferencias más notables es el postoperatorio, como ya hemos comentado el lipoláser no requiere de hospitalización, ni de anestesia general como sucede en la tradicional, esto no solo ayuda al proceso de recuperación del paciente, sino que supone una reducción del riesgo quirúgico. En principio y dependiendo de cada persona, con la tecnología láser se podrá reincorporar a cualquier actividad cotidiana en unas 24 horas.