Según el último estudio de la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) realizado en 2013, hasta un total del 22,8% de la población española se había sometido alguna vez a un tratamiento de medicina estética.
El incremento de demanda de este tipo de técnicas se debe en gran medida a que el número de profesionales y centros especializados ha crecido sustancialmente en España y, a que al ser técnicas no invasivas, intimidan menos a los pacientes.
La edad es un factor clave a la hora de elegir este tipo de tratamientos. Los avances en técnicas de medicina estética han facilitado la creación de nuevas intervenciones que permiten arreglar pequeños defectos que van apareciendo en nuestro cuerpo en función a los años que pasan por él. Hay solución para todo y dependiendo de nuestra edad, existen una serie de tratamientos recomendados para sacarnos el máximo partido.
De los 20 a los 30 años: cuidado de la piel
Durante la década de los 20 los problemas que suelen ser más comunes son la piel mixta, los poros dilatados y los granos. Es muy importante que a lo largo de esta década adquiramos una serie de hábitos saludables que nos ayuden a mantener un aspecto sano, así como iniciar unas rutinas de belleza que frenen el paso del tiempo en nuestro cuerpo en el largo plazo.
No obstante, se recomienda la realización de una serie de tratamientos no agresivos que permitan mantener a raya los signos de la edad.
- Peelings faciales superficiales o medios: quizá sea el tratamiento más recomendado para esta franja de edad, puesto que sirve para eliminar pequeñas imperfecciones en la cara y está especialmente recomendado para pieles que no han sido excesivamente maltratadas. El peeling facial consiste en la eliminación de las capas superficiales de la piel para eliminar marcas producidas por acné y manchas provocadas por la exposición de la piel al sol.
- Eliminar marcas de acné con láser: en muchas ocasiones los granos de acné y las espinillas desaparecen de forma espontánea, pero otras se resisten a borrarse de nuestra piel y dejan una serie de marcas difíciles de borrar. Para deshacerse de estas antiestéticas huellas de la pubertad, hay varios tratamientos, como el ya mencionado peeling o el más eficaz láser fraxel. Mediante el láser además de eliminar las marcas de acné, podemos conseguir cerrar los poros abiertos y deshacernos de las estrías.
- Eliminar manchas y rojeces: también se realizaría mediante la técnica del láser fraxel. En este caso el láser permitiría llegar a las capas dañadas de la piel destruyendo las células dañadas y permitiendo que estas se sustituyan por nuevas y sanas células.
De los 30 a los 40 años: silueta y rostro perfectos
En estos años comienza la etapa de madurez de nuestro cuerpo. Las marcas del paso de los años se empiezan a hacer visibles y ocultarlas es más complicado que durante la década anterior puesto que, no haber mantenido unos hábitos de belleza constantes puede haber dañado demasiado nuestra apariencia.
- Thermage: también conocido como radiofrecuencia facial o lifting sin cirugía. Con el thermage CPT se consigue devolverle a la piel una textura tersa a la vez que se reactiva la producción de colágeno. Tan solo se requiere una sesión al año ya que sus efectos se prologan y se intensifican en el tiempo.
- Mesoterapia corporal: este tipo de tratamiento se puede aplicar en diferentes zonas del cuerpo: cara, cuello, escote, manos y… ¡zonas afectadas por la celulitis! La mesoterapia consiste en realizar pequeñas infiltraciones de vitaminas en las zonas que se quieren revitalizar. La sustancia que se infiltra está compuesta de 13 vitaminas, anti-radicales libres, filler facial y minerales. En el caso de la celulitis se utiliza el dispositivo inyectable, uno de los más avanzados en el mercado de la medicina estética.
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- Relleno de labios: el relleno de labios mediante filler corporal permite otorgarle a la cara un aire rejuvenecido, ya que el aumento de tamaño de esta zona favorece al perfilado de la parte baja del rostro lo que nos da un aspecto más juvenil. Es importante que a la hora de realizarse un relleno de labios tengamos en cuenta que el fin de las microinfiltraciones es aportarle a nuestro rostro un toque natural, en ningún caso el aumento de tamaño puede suponer la ruptura de nuestra armonía facial.
De los 40 a los 50 años: rejuvenecimiento facial
Durante esta etapa los procesos de envejecimiento se comienzan a hacer realmente notorios en nuestro cuerpo, especialmente en zonas delicadas como la mejilla, los labios y el mentón. La tensión de la piel se pierde y las arrugas invaden nuestro rostro.
- Rellenos para atenuar las arrugas: este tipo de tratamiento se puede aplicar en diferentes zonas de la cara, como los anteriormente mencionados labios. Sin embargo, el área más agradecida para insertos de ácido hialurónico es el denominado surco nasogeniano.
- Hilos tensores: uno de los tratamientos más demandados por las mujeres de mediana edad. Consiste en introducir hilos de material biocompatible en el tejido subcutáneo. Se colocan entrelazándose creando una leve e indolora lesión en la piel que provoca que se comience a crear colágeno y fibroblastos, lo que resultará en un nuevo tejido cutáneo perfectamente rejuvenecido y terso.
Más de 50 años: eliminar las arrugas
Las alteraciones hormonales que se producen durante esta década repercuten directamente en el envejecimiento de nuestro cuerpo. Durante esta etapa se tiende a combinar diferentes tratamientos compatibles entre sí con el fin de que sus efectos sean más duraderos.
- Rejuvenecimiento Facial sin Cirugía: el tratamiento de medicina estética por antonomasia. La zona más común para la aplicación de este tratamiento es la del entrecejo, puesto que es, junto al surco nasogeniano, el área en la que más se ve reflejado el paso del tiempo. Gracias a este tratamiento relajamos el músculo y de este modo hacemos desaparecer las arrugas. Los efectos son temporales por eso hay que realizar sesiones de refuerzo a lo largo del año. También puede ser compatibilizado con rellenos faciales y tratamientos como el el láser CO2 del que hablaremos ahora.
- Láser CO2: el láser al igual que el thermage es una técnica de rejuvenecimiento basada en la aplicación de calor en el rostro. La principal diferencia es que con el láser se consigue llegar a capas más profundas de la piel. Además de para eliminar arrugas, se usa para borrar manchas, cicatrices y marcas de acné.
Es una pena que aún no se hayan inventado los viajes en el tiempo, pero al menos con los avances en medicina estética se ha conseguido que su paso no se refleje en nuestra apariencia y pese a que a nuestra mente los años le sientan muy bien, un retoquito por fuera puede hacernos volver a sentir esa parte de juventud que nunca queremos que se vaya.