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Fuera complejos con la reducción de pecho

Cirugía de reducción de pecho

Mientras que algunas sueñan con conseguir la tan ansiada 90B o 95B, una minoría se levanta pensando en lo ideal que sería su vida con unas cuantas tallas menos. Y es que como ya sabemos no llueve a gusto de todos y en esto del pecho no iba a ser menos. Aunque no será capaz de desbancar al aumento de pecho, cada vez son más las mujeres que sufren verdaderos problemas físicos y psicológicos provocados por su gran tamaño de mamas.

La reducción de pecho o mamoplastia de reducción, como técnicamente se denomina, ha ido creciendo en el sector de la cirugía en los últimos años en nuestro país. Este procedimiento quirúrgico consigue en disminuir el tamaño de las mamas, gracias a una extirpación de grasa, tejido mamario y piel, que nos ayuda también a volver a elevar esa zona, así como reducir el tamaño de la areola, poniendo fin al volumen excesivo de esa zona en relación al resto del cuerpo. Como consecuencia la paciente tendrá un pecho más pequeño, ligero, firme y, por lo tanto, más acorde y proporcional con la figura de su cuerpo.

En líneas generales esta cirugía de pecho ayuda a que las mujeres con mamas grandes puedan dejar de tener dolores de espalda, de cuello, irritaciones de la piel y lo más importante, se sientan más a gusto con ellas mismas.

Motivos para dar el paso hacia una reducción de pecho

Existe una larga lista de motivos por los cuales una persona da el paso final para realizarse una mamoplastia de reducción. Físicos, psicológicos, emocionales o una mezcla de todos, sin duda, esta cirugía es algo más que conseguir el canon de belleza, es una cuestión de mejorar la salud de esa paciente.

Los motivos físicos más comunes por los que una mujer se somete a esta reducción de pecho son:

  • Dolor crónico en la parte superior de la espalda, cuello o los hombres, afectando la calidad de vida de la paciente.
  • Salpullidos y erupciones recurrentes en la zona inferior de la mama.
  • Aparición de problemas nerviosos crónicos provocados por la mala postura, ocasionando entumecimiento u hormigueo en zonas como brazos o manos.
  • Infecciones recurrentes derivados de quistes mamarios.
  • Problemas respiratorios.
  • Otro tipo de problemas estéticos como son la aparición de estrías en las zonas de los senos.

Pero más allá de estos problemas físicos se encuentran los verdaderamente importantes, los emocionales. Los pechos femeninos son uno de los rasgos distintivos de la sexualidad femenina, se han convertido en todo un icono del erotismo y esta gran carga de connotación sexual es la que produce un complejo en aquellas personas con los senos grandes, sobre todo si estamos hablando de personas jóvenes o adolescentes. Estos motores emocionales son:

  • Sentirse avergonzada con su físico y no estar a gusto con ella misma.
  • Continuas limitaciones para realizar deportes, sobre todo al aire libre.
  • Posibles traumas derivados con las relaciones sexuales.

Aunque pueda parecer un tratamiento único de mujeres el sexo opuesto también sufre este tipo de problemas, en su caso se llama ginecomastia y también se recurre a una reducción para solucionar este problema y eliminar así el malestar físico y emocional que pueda causar.

Mientras finalmente terminamos de decantarnos por este tratamiento las pacientes pueden realizar algunos métodos que nos ayuden a “reducir” levemente el tamaño de los senos. Por ejemplo, algo muy común es intentar reducir el posible exceso de peso, hacer ejercicio aeróbico fortaleciendo la espalda y los músculos de los hombres y utilizar sujetadores deportivos que ayuden a recoger aún más el pecho.

Paciente ideal para este tratamiento

Como hemos comentado anteriormente esta cirugía de reducción de mamas se realiza para poner fin a un problema físico en la paciente, más que por un motivo puramente estético. Las molestias continuas, limitaciones y su falta de felicidad con esa zona de su cuerpo son las principales causas para dar el paso final de entrar en un quirófano.

Aunque es un tratamiento que no tiene grandes limitaciones en cuanto al perfil idóneo, si tiene alguna exigencias como  el desarrollo completo del pecho en esa mujer, así como un buen estado físico y mental que ayude a tener unas expectativas reales de los resultados. Aquellas mujeres que sean alcohólicas, fumadores o adictas a cualquier estupefaciente son totalmente descartadas y desaconsejadas, sobre todo por los problemas post operatorios que pueden llegar a tener. También se desaconseja la operación a aquellas mujeres que quieran o deseen dar el pecho en el futuro, así como estar actualmente embarazadas o en procesos de lactancia.

Reducción de pecho de Ariel Winter
A sus 17 años la conocida “Alex” en la serie Modern Family decidió reducir su pecho.

Como es normal existen una serie de enfermedades que dificultan la realización de no está sino cualquiera cirugía, estamos hablando de personas con debilidad en su sistema inmune, que presentan alteraciones en la coagulación de la sangre, que no cicatrizan bien los tejidos o pacientes con enfermedades mentales en el momento de realizarse el propio tratamiento.

Técnica quirúrgica apropiada para la reducción

No vamos a engañar estamos ante una operación compleja pero a la vez muy segura. Una reducción mamaria tiene una duración entre unas 2-4 horas aproximadamente, dependiendo del volumen a extirpar de la paciente, se realiza bajo anestesia general y requiere una noche de internamiento hospitalario para una mayor seguridad y control.

Aunque existen varios procedimientos quirúrgicos, generalmente las incisiones se suelen realizar en forma de T invertida en la zona de alrededor de la areola. Según el tamaño que se quiera reducir se necesitará hacer una mayor o menos incisión en la zona, pero siempre sabiendo que la cicatriz quedará escondida en el surco, casi imperceptible con el paso del tiempo. A través de estas incisiones es donde se extirpa ese exceso de piel, grasa y tejido mamario, se recoloca la areola y el pezón. Tras la cirugía es necesario que se coloquen unos tubos de drenaje y un vendaje alrededor de las mamas que ayudarán a la recuperación de la zona.

Postoperatorio y recuperación de una mamoplastia

El postoperatorio de la mamoplastia de reducción de pecho necesita prácticamente los mismos cuidados que cualquier cirugía de pecho que hagamos. Si no hay ningún tipo de complicación, la paciente podrá volver a retomar su vida normal a las 24-48 horas tras la operación, siempre con unas pequeñas limitaciones, por ejemplo un reposo relativo las 2 primeras semanas (según el tipo de trabajo que desempeñe será recomendable estar de baja) o eliminar nuestra rutina deportiva durante el mes siguiente. Es importante seguir las recomendaciones médicas del cirujano plástico, solo así será posible evitar al máximo las posibles molestias.

Durante las siguientes 4 semanas es necesario llegar un sujetador postoperatorio, que en nuestro caso ofreceremos una vez haya finalizado la operación, y muy importante evitar al máximo cualquier tipo de esfuerzo que pueda afectar a la zona de la mama, sobre todo las primeras 3 semanas.

Tras la reducción es más que justificable una disminución de la sensación de zonas como los pezones, pero tranquilas porque es una situación totalmente temporal.

Aún con todas estas recomendaciones las citas con el equipo médico se darán a las 48 horas de la operación, a los 7 días, a los 15 días y al mes, para verificar que no hay ningún problema y que la paciente sigue su evolución natural.

Resultados de reducción de pecho

La reducción de pecho es una de las técnicas más seguras que existen en el campo de la cirugía estética, aún así no está exenta de que puedan producirse complicaciones o algún tipo de riesgo asociado a la propia cirugía.

Una de las complicaciones que podemos encontrar es el grado de cicatrización del paciente, dependerá de su organismo y de si es fumador, que tardará mucho más. Las cicatrices que se generan son permanentes y visibles, aunque como hemos dicho anteriormente se van disimulando con el paso del tiempo y siempre se suelen hacer en lugares que podamos disimular con el sujetador o el bikini en verano.

Los resultados no son visibles de manera instantánea, hay que esperar unos meses para que las mamas puedan volver a adquirir el aspecto definitivo y natural. También hay que ser conscientes que pueden tener leves modificaciones provocadas por estímulos hormonales, embarazo o cambios excesivos de peso.

La pérdida de tallas de pecho de nuestras celebrities

Ni las celebrities se libran de este tipo de problemas y son cada vez más las famosas que se animan a eliminar sus complejos y olvidarse para siempre de los problemas físicos que les ocasiona su exceso de volumen mamario. Una de las últimas y más sonadas ha sido la querida Ariel Winter o más conocida como Alex en Modern Family, unos meses después de su aparición reapareció en un acto público sintiéndose feliz y enseñando al mundo sus cicatrices. “Lo hice por mí misma. No tengo palabras para explicar lo increíble que es sentirse realmente bien”.

Victoria Beckham también se realizó una operación de reducción de pecho.
La ex Spice Girls también decidió eliminar su prótesis para reducir su pecho.

En Hollywood es más habitual de lo que nosotros podamos pensar y sino que se lo digan a su compañera de reparto Sofía Vergara, que decidió disminuir la talla de su pecho, o la más que reconocida Victoria Beckham, quién decidió retirar los implantes de aumento de pecho a los que se había sometido en su época de Spice Girls.

Pero no solo las celebrities internacionales se suman a esta iniciativa, también en nuestro país algunas de nuestras famosas han decidido entrar en quirófano para conseguir un pecho más acorde a su figura. Entre la lista se encuentran el icono del pop Marta Sánchez, la triunfita Soraya Arnelas o una de las influencers más reconocidas actualmente de nuestro país Alba Domenech o lo que es lo mismo Dulceida.

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