Tres tips saludables y fáciles para incorporar a nuestra rutina en casa
Ha sido una de las preguntas más repetidas a través de nuestros perfiles en redes sociales.
Por desgracia hay muchas empresas que aprovechan la coyuntura del COVID-19 para asegurar que determinados productos pueden protegerte del contagio por coronavirus.
¡No caigas en la trampa!: Desconfía de ese tipo de campañas publicitarias.
Nuestros doctores de Clínicas Diego de León han insistido –al igual que las autoridades sanitarias- en que la mejor vacuna es no salir de casa.
Ahora bien, durante el confinamiento hay una serie de hábitos saludables que podemos incorporar a nuestra rutina para reforzar el sistema inmunológico de una forma natural, fácil y real.
Además, nos conviene familiarizarnos con estos tips para mantenerlos en nuestro día a día para siempre.
¿Qué es el sistema inmunológico?
Antes que nada, vamos a recordar cuál es la función del sistema inmunológico. No es otra cosa que la defensa de nuestro cuerpo frente agentes invasores y organismos infecciosos, como puede ser el COVID 19. Nuestro sistema inmunológico se encargará de combatir estos organismos infecciosos mediante la respuesta inmunitaria.
Partes del sistema inmunitario
Está conformado por diferentes partes y órganos repartidos por todo nuestro cuerpo:
- Amígdalas y Adenoides.
- Nódulos linfáticos.
- Timo.
- Bazo.
- Placas de Peyer.
- Apéndice.
- Vasos linfáticos.
- Médula ósea.
¡La alimentación es clave para fortalecer nuestro sistema inmunológico!
- Frutas y verduras: Una dieta sana y variada no es nada sin ellas. Las cinco piezas de fruta al día es una premisa que a veces sustituimos por dulces, snacks y otros aperitivos con alto contenido en grasas saturadas. Evita caer en la tentación.
¿Cuándo comer fruta?
En el desayuno, a media mañana, después del almuerzo, para merendar y después de cenar.
¿Cuándo comer verdura?
Siempre que sea posible. Puede ser la guarnición perfecta en el almuerzo o en la cena o incluso el plato principal. Parrillada de verduras, lasagna de verduras, pisto, cremas, purés y un largo etcétera. O en el aperitivo en forma de deliciosas crudités ¡No hay excusas! Y si combinamos las frutas y verduras a través de apeticibles zumos y batidos, aún mejor.
No descuides las proteínas –carne, huevo y pescado-, los hidratos de carbono en su justa medida y la fibra –harina integral, pan integral, cereales, semillas para no obstruir ni frenar nuestro ritmo intestinal.
- Mantén el equilibrio. De nada sirve que incorpores estos alimentos sanos a tu dieta diaria, si no mantienes un equilibrio razonable. Es decir, si has desayunado, almorzado y cenado de una forma rica y variada, no sirve de mucho si te atiborras entre horas de dulces, bolsas de patatas fritas, bollería gominolas y demás productos ultraprocesasos repletos de calorías vacías. Un capricho no mata a nadie, pero intenta mantener el equilibrio.
¿Cómo conseguirlo?
Diseña un menú diario o semanal. Ahora que disponemos de tanto tiempo en casa, no te vayas a la cama sin tener planificado el menú del día siguiente. Cuando organizamos nuestra ingesta diaria, es más fácil evitar caer en la tentación y en el picoteo infinito. Y lo más importante, no compres lo que no te venga bien. Si tienes tu despensa llena de grasas saturadas, terminarás cayendo en la tentación. Haz una lista de la compra antes de ir al supermercado y será tu mejor aliada para evitar los impulsos y la ansiedad por la comida. ¡No convirtamos nuestra cuarentena en un eterno domingo!
- Controla el sedentarismo. El confinamiento en casa no implica que tengas que pasarte el día en el sofá. El sedentarismo excesivo puede desencadenar en sobrepeso y obesidad.
¡Ponte las pilas y actívate!
Busca tutoriales en Youtube con clases de zumba online, sesiones de TRX, practica yoga, disfruta realizando estiramientos al ritmo de tus canciones favoritas.
Si necesitas una motivación extra, planifica con tus amigos y familiares un Facetime para hacer ejercicio juntos. Seguro que a estas alturas del estado de alarma ya os habéis puesto más que al día de vuestras vidas, así que aprovecha las llamadas para manteneros activos.
¡La higiene es crucial!
Después de tu sesión de cardio casero date una buena ducha. Parece obvio, pero hay que recordar la importancia de ducharse todos los días y mantener la higiene a rajatabla. Desinfecta y limpia bien tus manos antes de cocinar y manipular alimentos, cada vez que entres y salgas del baño y cada vez que vayas a la calle para pasear a tu mascota, hacer la compra o acudir al trabajo.
En definitiva, el estilo de vida saludable contribuye a reforzar tu sistema inmunológico débil. No existen los productos milagros curativos. La mejor prevención eres tú. Y lo más importante:
#QuédateEnCasa
Nuestros doctores siguen disponibles para ti a través de todos los canales corporativos. ¿Tienes dudas? Nuestra unidad especializada en nutrición, sobrepeso y obesidad no descansa. Si necesitas más información, no dudes en contactarnos. Lo más importante eres tú.