La operación de nariz es una de las cirugías estéticas más demandas entre nuestros pacientes. El propósito de esta cirugía, conocida como rinoplastia, es corregir las asimetrías o deformidades de la nariz cambiando su forma o ángulos nasales para conseguir la armonía facial en el rostro del paciente.
La rinoplastia no es una cirugía cuyo fin sea ampliar o reducir simplemente el tamaño de la nariz, sino adaptarla al rostro del paciente dependiendo de los rasgos faciales. Es un tratamiento totalmente personalizado a cada paciente con el cual, además, pueden corregirse problemas funcionales respiratorios (septoplastia).
La nariz es un elemento clave de la cara de la persona y es un órgano de vital importancia que requiere de un perfecto funcionamiento para una calidad de vida óptima. Por esta razón, el cirujano no solo ha de considerar la apariencia estética final sino también la correcta funcionalidad del mismo.
La rinoplastia es perfecta para los siguientes casos:
- Afinar una punta prominente
- Punta asimétrica
- Punta caída
- Punta muy ancha o muy estrecha
- Nariz torcida o rota
- Septo desviado
- Caballete pronunciado
- Fosas nasales muy dilatadas o muy estrechas
La rinoplastia conlleva muchos miedos y dudas por parte de los pacientes al tratarse de una cirugía que precisa de anestesia local más sedación y, en algunos casos, puede requerir de anestesia general. Con los avances médicos y las técnicas quirúrgicas actuales la cirugía de la nariz es un procedimiento seguro y eficaz con un alto grado de satisfacción entre nuestros pacientes. De hecho, el paciente regresa a casa al mismo día con la total garantía de que se encuentra en excelentes condiciones para hacerlo.
Afortunadamente, para los reacios al quirófano, existe otra opción para cambiar la forma de la nariz sin necesidad de cirugía: la rinomodelación. Es una técnica no invasiva, menos agresiva que la rinoplastia, más confortable para el paciente y que también ofrece excelentes resultados.
La rinomodelación es una perfecta alternativa para las personas que no desean pasar por quirófano o evitar un tiempo de recuperación. Para los que quieren realizarse pequeños ajustes en la nariz con resultados inmediatos este es su tratamiento. Sin embargo, no todos los pacientes pueden optar a este tratamiento para la nariz ya que, por ejemplo, si se busca reducir el tamaño de la nariz la rinoplastia es la única opción para hacerlo. Esta técnica tampoco permite reducir tamaño, pero sí ampliar y rellenar. Aunque no todo el mundo es un buen candidato sí es cierto que la mayoría de las operaciones de nariz se pueden hacer con rinomodelación.
La rinomodelación tiene muy buenos resultados en:
- Pacientes que buscan alargar la nariz
- Pacientes que presentan malformación en la nariz debido a falta de volumen o depresiones
- Pacientes que desean eliminar el caballete
- Definir la punta
Como no requiere unos días de postoperatorio con escayola, la rinomodelación ofrece resultados inmediatos. Para ambos procedimientos los pacientes no solo han de ser mayores de edad, también su nariz ha de estar perfectamente desarrollada.
La rinomodelación se lleva a cabo en aproximadamente 15 minutos, siempre después de una consulta inicial de evaluación que en nuestras clínicas es gratuita. Dado que tampoco hay proceso de cicatrización, el rostro mantendrá una apariencia natural desde el primer día de la aplicación. Además, al no tener costes de quirófano y anestesistas tiene un precio mucho más bajo que la rinoplastia.
Otro de los beneficios de la rinomodelación es que el paciente puede elegir la durabilidad de los resultados: temporal, entre 6 y 12 meses (dependiendo del paciente) si se inyecta ácido hialurónico o permanente.
En nuestras clínicas estéticas recomendamos al paciente que si desea resultados permanentes con la rinomodelación utilice primero ácido hialurónico cuyos efectos además de temporales son reversibles. De este modo podrá ver su rostro con los resultados del relleno temporal y si no le convence siempre se puede buscar otra proyección o sustraer el ácido hialurónico.
El paciente junto al cirujano valorarán cuál es el problema o problemas y qué se desea modificar. Todas estas cuestiones y otras que siempre surgen durante la evaluación se tienen en cuenta en la primera consulta en la que también se le hace una simulación previa al paciente para que pueda ver cómo sería su rostro con una nariz totalmente acorde a sus facciones.
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