Las Fake News no se olvidan de la nutrición. Son muchos los bulos y mentiras que deambulan libremente por internet haciendonos creer por ejemplo que el pan es malo. Hemos preguntado a nuestros nutricionistas y nos han desmentido estas 10 “verdades”.
La red está llena de frases sentenciosas acerca de diversos aspectos sobre distintos tipos de alimentos y dietas. Seguro que algunas de ellas las has oído millones de veces e incluso habrás llegado a adoptarlas como dogmas de fe, pero ya es hora de que descubras las mentiras que siempre te creíste sobre la alimentación.
1. El pan engorda
Como dice la frase popular “el pan no engorda, engordas tú” o por seguir echándole las culpas a otro, engorda lo que va dentro de él. Normalmente los bocadillos que tomamos no son especialmente hipocalóricos: queso, embutidos y otras grasas es lo que le han dado la mala fama.
El pan es un alimento básico en la dieta mediterránea y aporta cantidades esenciales de fibra, vitaminas del grupo B e hidratos de carbono. Sí que es cierto que la ingesta de una cantidad ingente de este alimento no es lo más recomendado para nuestras cartucheras, pero en porciones adecuadas –entre 50 y 200 gramos diarios- es el componente ideal para una dieta saludable.
2. Los productos integrales tienen menos calorías
Sí, acabas de descubrir que tu aliado para la pérdida de peso de toda la vida te ha traicionado. Lo sentimos, pero más vale tarde que nunca.
Es cierto que los productos integrales al llevar fibra te sacian antes, por lo tanto las cantidades que se toman suelen ser menores, por el contrario ese exceso de fibra se compensa también con un incremento en el nivel de grasas de estos alimentos.
Si tienes una dieta diseñada para reducir tu nivel de colesterol, apuesta por lo integral en lugar de por lo ‘normal’. Si lo que quieres es perder peso lo mismo da que da lo mismo.
3. La sacarina y los edulcorantes ayudan a adelgazar
Un estudio realizado en Estados Unidos ha demostrado que la sacarina no solo engorda, sino que puede llegar a hacerlo incluso más que el azúcar.
Este edulcorante artificial confunde al organismo. La sacarina aporta dulzor pero no calorías, por lo que nuestro cuerpo intenta superar ese desfase demandado la ingesta de la sustancia que le falta dejándonos con ganas de comer más para saciarnos.
Y te sorprenderías de ver otras cosas que según la ciencia también engordan.
4. Ingerir la fruta en el postre es peor que hacerlo a otra hora
Los alimentos siempre tienen el mismo valor calórico independientemente del momento del día en el que se ingieran.
Hay una falsa leyenda que dice que si se toma la fruta como postre, esta fermenta en el estómago y se convierte en azúcar que el cuerpo almacena en forma de cúmulos de grasa. Por el propio funcionamiento del cuerpo humano es imposible que se desencadene esta situación, así que no dejes que internet te siga contando historias para no dormir.
5. Comer hidratos de carbono ayuda a ganar peso
Los hidratos de carbono son uno de los principales sustentos de nuestro organismo, sin embargo el mito acerca de lo que engordan los alimentos que los contienen es uno de los más extendidos.
Es cierto que estas biomoléculas aportan bastantes calorías, pero nuestro cuerpo es capaz de quemarlas antes debido a que estos alimentos desencadenan un subidón de glucosa que permite que si al momento de ingerirlos realizamos cualquier actividad física, podamos desechar rápidamente las calorías que acabamos de ingerir.
6. Los frutos secos son el peor enemigo de una dieta
El problema de los frutos secos es la forma en la que se consumen. No es lo mismo comer un cacahuete ‘natural’ que un delicioso pero perjudicial cacahuete frito recubierto de miel.
De hecho estudios recientes han demostrado que los frutos secos, aún teniendo grasas, aumentan el ritmo de combustión de calorías, lo que se traduce en un funcionamiento más eficaz de nuestro metabolismo.
7. Hay que beber 2 litros de agua al día
¿Cuántas veces habremos escuchado esta frase? Pues tampoco es del todo cierta.
Cada cuerpo necesita unas cantidades de agua diferentes. Por fortuna, disponemos de un sensor de hidratación que nos indica cuándo debemos tomar agua, gracias a él sabemos qué cantidad es la que debemos tomar de acuerdo a las características de nuestro organismo.
Es frecuente además olvidar que el agua no sólo está en una botella o en una jarra del grifo. La fruta, la sopa e incluso la carne y el pescado también son unas buenas fuentes de hidratación.
8. Los zumos detox pueden conformar una dieta en sí mismos
En la comida también existen modas. En una sociedad en la que lo ‘eco’ está a la orden del día han aparecido unos reyes que están dominando todas las tendencias en alimentación: los zumos detox.
Muchos falsos gurús de la nutrición insisten en que una dieta fundamentada exclusivamente en estos mejunjes es lo más top y no hay nada más alejado del concepto de salud que esta afirmación. Los zumos y batidos detox son sanos, están bien, pero siempre y cuando los tomemos como complemento a una dieta sana y variada que nos aporte otros nutrientes básicos como proteínas y alimentos energizantes.
9. Dormir favorece la acumulación de grasa
El origen de esta leyenda tiene raíces en la creencia de que al no estar activos, el gasto energético es mínimo lo que produce acumulación de grasa. Lógicamente practicar deporte quema grasa de forma más directa, pero durante el sueño producimos una serie de hormonas que ayudan al correcto funcionamiento del metabolismo.
No dormir las horas adecuadas (entre 7 y 9) hace que nuestro organismo se atrofie y que la quema de nutrientes no se realice de forma adecuada, por lo tanto, no es sólo que dormir no engorde, lo que engorda es precisamente hacer lo contrario.
10. El chocolate amargo engorda menos que el que lleva leche
Deja de intentar engañarte. Ningún tipo de chocolate te va a ayudar a adelgazar y por mucho que cada vez que te das un capricho digas que el negro puro no es tan malo, en tu fuero interno sabes que no es cierto.
Ambos tipos de chocolate aportan prácticamente las mismas calorías, la única diferencia es que podríamos considerar el amargo más saludable porque contiene una mayor cantidad de antioxidantes, vitaminas y sustancias estimulantes, así que si pones esta excusa, al menos validará en parte tu teoría de que comiendo la variedad amarga no lo estás haciendo tan mal.
Internet tiene un lado oscuro que quiere que cometas errores en tu dieta. No te creas todo lo que lees por ahí. Las dietas milagro y los mitos sobre alimentos son un fuego con el que es muy peligroso jugar: si te quieres poner las pilas acude a un especialista en nutrición cuyos consejos no estén basados en los cuentos de hadas de la red.