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El tejido adiposo en los problemas de obesidad y sobrepeso

Sobrepeso y Tejido adiposo | Clínicas Diego de León

Gran parte de las preocupaciones relacionadas con el aspecto físico tienen que ver con nuestro peso. Nuestra apariencia se ha convertido en una obsesión y muchas veces querer ponerle una solución sin tener muy claro cuál es el funcionamiento de nuestro organismo puede acarrear graves consecuencias.

Pero cuando el exceso de peso se convierte en un problema de salud, llega hora de ponerle remedio. El tejido adiposo o graso es siempre considerado como nuestro mayor antagonista pero antes de aniquilarlo por completo, debemos entender qué comprende exactamente, cómo se forma y cuál sería el porcentaje óptimo que debemos reservar de él para considerarnos una persona con una salud equilibrada.

Tejido adiposo: el guardián de nuestra energía

El tejido adiposo es un componente del cuerpo humano formado por una agrupación de células que guardan lípido –o grasa- en su citoplasma. Estas células se conocen como adipocitos y su agrupación sirve principalmente como amortiguador de golpes y como aislante de los órganos internos para protegerlos tanto del frío como del calor.

Otras de las funciones que tiene el tejido adiposo es almacenar reservas energéticas para nuestro organismo en forma de grasa que se acumula en el tejido subcutáneo, es decir la capa más profunda de la piel.

En el cuerpo humano el tejido adiposo ha de representar el 15-20% del peso total en el caso del hombre y el 20-25% en el de la mujer. Cuando ese porcentaje aumenta por encima de los estándares, se considera que la persona padece de sobrepeso y en caso de que supere el 50%, de obesidad.

Existen dos tipos de tejido adiposo dependiendo de su función y aspecto:

  • Tejido adiposo blanco. También conocido como unilocular. Su formación comienza desde antes del nacimiento, pero el desarrollo del mismo se da a lo largo de toda la vida. Se acumula en las capas más profundas de la piel y la grasa que se alberga en estas células se encuentra en estado líquido. El tejido adiposo blanco se presenta como un aislante del frío y del calor y también como un almacén de energía. También sirve como soporte estructural de nuestra anatomía. El aumento de volumen de este tipo de tejido es lo que comúnmente se denomina como ‘engordar’.
  • Tejido adiposo marrón. Este tipo de tejido está más presente durante los primeros meses de vida y su función principal es la de producir calor. Este tipo de células se disponen alrededor de los vasos sanguíneos.
tejido adiposo
Estructura del tejido adiposo.

El aumento de tamaño del tejido adiposo

Como ya hemos mencionado, una de las principales funciones del tejido adiposo es la de almacenar energía. La energía en nuestro cuerpo se almacena en forma de calorías que somos capaces de distribuir a lo largo del día para conseguir mantenernos en funcionamiento.

Nuestro tejido adiposo, en su volumen normal es capaz de almacenar la cantidad justa de calorías que precisamos, sin embargo, cuando somos nosotros mismos los que aumentamos ese nivel de calorías el tejido adiposo se ve obligado a crecer, ya que esas calorías se acaban convirtiendo en cúmulos de grasa. Aproximadamente, por cada 9 calorías de exceso que ingerimos al día acumulamos un gramo de grasa subcutánea.

No habría ningún problema en ingerir un nivel ligeramente superior de calorías al día siempre y cuando tuviéramos previsto quemarlas con la realización de actividad física, sin embargo si le damos a nuestro cuerpo más combustible del que necesita sin hacer que lo gaste tenderá a almacenarlo, lo que se acaba traduciendo en problemas de sobrepeso.

La acumulación de grasas en el cuerpo humano se distribuye de forma distinta dependiendo del sexo.

  • En hombres la zona en la que se suele acumular la grasa es el abdomen. Que la grasa se acumule sobre todo en este área da lugar a lo que vulgarmente se conoce como ‘barriga cervecera’.
  • En mujeres las zonas de acumulación de grasa están menos centralizadas, así el reparto de células adiposas se concentra principalmente en cintura, cadera, glúteos y muslos.
grasa corporal mujer
Distribución de la grasa en el cuerpo de la mujer.

Problemas de salud relacionados con el tejido adiposo

Además de los problemas de salud ligados a la obesidad y el sobrepeso la deformación del tejido adiposo puede conllevar otros inconvenientes para nuestro organismo.

  • Diabetes por inflamación

Cuando se produce una acumulación excesiva de grasas en el tejido adiposo nuestro cuerpo puede llegar a crear un escudo reclutando células del sistema inmunitario, de tal modo que se produce una inflamación. Varios estudios han achacado al cúmulo de células inmunitarias como el desencadenante del desarrollo de un rechazo a la insulina.

Otra teoría achaca la aparición de diabetes al agolpamiento de grasa alrededor del hígado y de las fibras musculares. Los pegotes de grasa interferirían en la señalización de la insulina lo que supone un mal funcionamiento de la misma.

  • Problemas hormonales

Se ha comprobado que el tejido adiposo tiene una función secretora de hormonas. De este modo se convertiría en el órgano endocrino de mayor tamaño de nuestro cuerpo. La particularidad de este tejido es que a diferencia de otras partes del sistema endocrino puede variar su tamaño, tal y como hemos indicado anteriormente.

Las variaciones de tamaño del tejido adiposo influyen en el flujo hormonal del organismo, y dependen de la mala alimentación, la edad o la actividad física. De este modo, que el tejido adiposo aumente de volumen en el caso de las mujeres supone trastornos en el periodo menstrual por causas como la sobreproducción de ciertos tipos de hormonas e inhibición de otras como la aromatasa –fundamental para la correcta regulación de los estrógenos-.

En el caso de los hombres, las alteraciones en el tejido adiposo pueden dar lugar a la inhibición de producción de andrógenos, es decir de componentes como la testosterona lo que repercute en el correcto funcionamiento del resto de sistemas del cuerpo del varón.

alteraciones ciclo menstrual
Las alteraciones en el funcionamiento del tejido adiposo influyen en el ciclo menstrual femenino.
  • Lipoma

Los lipomas son acumulaciones excesivas de grasa que se presentan en forma de grandes bultos redondeados en la piel –puede llegar a alcanzar los 6 centímetros de diámetro-. Son considerados tumores de carácter benigno.

Los lipomas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque las zonas más comunes son pecho, axilas, brazos, cuero cabelludo frente y rostro. No son bultos especialmente dolorosos, pero sí que suelen ser bastante incómodos y antiestéticos.

Cuando los bultos se multiplican la afección pasa a llamarse lipomatosis y en ese caso sí que comienzan a aparecer dolores y puede derivar en otros problemas más graves de salud.

Cada pequeña alteración que se produzca en cualquier parte de nuestro organismo, puede afectar el funcionamiento de todo lo demás. Los desperfectos que con la rutina diaria causamos en nuestro tejido adiposo, son un factor decisivo a la hora de desarrollar obesidad y sobrepeso.

Con un control adecuado de nuestra dieta y ritmos de actividad física, podremos controlar el correcto desarrollo del tejido adiposo, sin embargo cuando ya es demasiado tarde la única opción posible es someterse a tratamientos específicos para la pérdida de peso como el método POSE o el balón o la manga gástrica.

Cuando el sobrepeso deja de ser una mera preocupación estética para convertirse en un problema de salud, hay que tomar cartas en el asunto. Ahora que sabes cómo funciona otra parte más de tu organismo, es hora de que te conciencies e inicies una cadena de cambios que te aseguren un nivel de vida mejor.

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