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Cirugía ortognática: que tu cara recupere su sonrisa

Cirugía ortognatica | Clínicas Diego de León

Uno de los rasgos faciales más característicos de los seres humanos es la parte inferior de su rostro. Según cuenta una leyenda urbana, si con una mano nos tapamos la cara de nariz para arriba seguiríamos siendo perfectamente reconocibles, mientras que por nuestros ojos, sería más difícil poder identificarnos.

Es precisamente porque nos define, por lo que más suele preocupar esta zona en cuanto a estética se refiere. Gran parte de las intervenciones que se realizan tanto hombres como mujeres, se hacen en el tercio inferior del rostro.

Por otro lado, y alejándonos de conceptos estéticos que podrían parecernos más o menos subjetivos, la zona maxilofacial es además una parte fundamental de dos sistemas de nuestro organismo: el respiratorio y el digestivo, por ello es muy importante que la mantengamos en un estado de salud óptimo.

Malformaciones que puede presentar nuestra mandíbula

Las incorrecciones que puede presentar nuestra superficie maxilofacial son variadas y cada una de ellas tiene su propia solución, tal y como veremos más adelante. Las más comunes se podrían clasificar del siguiente modo:

  • Mandíbula pequeña o atrasada: los dientes inferiores están más atrasados que los superiores, al igual que el mentón. Esto tiene implicaciones con el sistema respiratorio, ya que los pacientes presentan problemas a la hora de respirar durante sus horas de sueño.
  • Maxilar superior atrasado: los dientes superiores están en una posición retrasada y casi no se ven al entreabrir la boca.
  • Maxilar superior alargado: la encía se ve en exceso, dando lugar a lo que se conoce como ‘sonrisa gingival’.
  • Mandíbula adelantada: los dientes inferiores están más adelantados que los superiores, por lo que la mordida puede llegar a ser incluso dolorosa. Cuando se sufre esta malformación, la parte de la boca que más sufre son las muelas.
  • Mordida abierta: la mandíbula superior e inferior no se juntan cuando se cierra la boca. Para poder hacer que se rocen, es necesario cerrar los labios. Esto afecta seriamente en la mordida y en casos extremos puede influir incluso a la hora de hablar en la pronunciación de algunas letras.
  • Asimetría mandibular: tanto el mentón como los dientes se encuentran desviados hacia un lateral de rostro. Para compensar ese desequilibrio, en muchas ocasiones el paciente tiende a inclinar la cabeza, por lo que aparece además dolor en el cuello y en ocasiones incluso problemas cervicales.
El cirujano ha de hacer estudio de la fisionomía del rostro del pacientes antes de la operación.
El cirujano ha de hacer estudio de la fisionomía del rostro del pacientes antes de la operación.

Las cirugías para conseguir la armonía facial

Para gustos los colores y para cada problema su solución. Corregir las facciones de un rostro y las decisiones que el cirujano tome para hacerlo, se deben basar en un estudio fisionómico previo.

Una vez que se conocen las facciones del paciente y cuál es la corrección que hará que se consiga una armonía en el rostro, se decide qué tipo de operación es la más adecuada, dependiendo del tipo de fallo que se localiza en la zona inferior del rostro.

Se podría considerar que en cuanto a cirugías maxilofaciales existen tres princesas y una reina indiscutible.

  • Mentoplastia: esta cirugía consiste en un reposicionamiento del mentón. Una vez que la posición se ha mejorado, se fija con placas de titanio. Esta corrección es definitiva y se puede realizar de cuatro formas distintas: descenso del mentón, avance, acortamiento y centrado. Cada una de ellas corresponde a un tipo de facciones diferentes.
    • Avance del mentón para mandíbulas pequeñas
    • Descenso del mentón para caras redondeadas o cortas
    • Acortamiento del mentón para caras largas
    • Centrado del mentón en casos de asimetría mandibular
  • Implante de mentón: la diferencia con la mentoplastia, es que en este caso la mandíbula se corrige introduciendo un implante de un material adaptado y biocompatible. El procedimiento se suele practicar en caras redondas y va precedido de una eliminación previa de la grasa de la zona.
  • Implante de pómulos: es una de las formas más notorias de corregir los rasgos faciales. En este caso, al igual que en el del implante del mentón, se introduce una pieza de silicona en la zona a modificar, adaptada a la fisionomía del paciente.

Estas son las tres princesas, tan efectivas como seguras, pero ahora es hora de que conozcamos a la jefa de las intervenciones maxilofaciales: la gran reina conocida como cirugía ortognática.

Cirugía ortognática, el cambio definitivo

El proceso de cirugía ortognática permite remodelar por completo las incorrecciones maxilofaciales de los pacientes.

Esta intervención permite erradicar de raíz tanto los problemas estéticos del rostro, como las posibles disfuncionalidades en los sistemas respiratorio y digestivo a causa de la malformación de la mandíbula.

El principal motivo por el que se producen las malformaciones del tercio inferior del rostro es el exceso o la falta de crecimiento de la mandíbula. Esta desviación en el proceso de formación óseo se produce en edades tempranas y se consolida durante la edad adulta, por ello lo mejor para solucionar este problema es hacer un diagnóstico precoz con el fin de poder ir corrigiéndolo paulatinamente.

La deformación en la mandíbula puede suponer problemas en los aparatos digestivo y respiratorio.
La deformación en la mandíbula puede suponer problemas en los aparatos digestivo y respiratorio.

En qué consiste la cirugía

Una vez que el cirujano ha hecho los debidos estudios del rostro de los pacientes, se decide qué tipo de cirugía se va a practicar: para prognatismo (mandíbula prominente) o para micrognatias (mandíbulas pequeñas, mordidas abiertas, torcidas, sonrisa gingival o labio leporino se incluirían en este grupo).

La intervención se puede realizar en una de las dos mandíbulas, pero en algunas ocasiones se precisa retocar tanto la inferior como la superior, esto será lo que determine la duración total de la operación, que suele variar entre las 2 y las 5 horas.

El equipo de cirugía corrige la posición de la mandíbula mediante pequeños cortes intraorales que permiten que una vez terminado el proceso, las suturas no dejen cicatrices visibles.

Cirugía ortognática: no es estética, es salud

Mientras que en el ámbito estético los problemas de salud que causan las deformaciones de mandíbula en los pacientes tienen que ver con la psicología y el estado de ánimo de los mismos, hay otra serie de dificultades que se desarrollan debido a este problema que sí que tienen que ver estrictamente con su salud física.

Una mandíbula mal formada puede interferir en aspectos básicos de nuestro día a día.
Una mandíbula mal formada puede interferir en aspectos básicos de nuestro día a día.

Pero, ¿cómo podemos saber si una posible malformación de nuestra mandíbula está afectando a nuestra salud? La respuesta es sencilla: cuando nos damos cuenta de que ese problema influye en el normal desarrollo de nuestro día a día.

Los pacientes que se someten a este tipo de operación, notan dificultad para masticar los alimentos, un dolor crónico en el tercio inferior facial y recurrentes dolores de cabeza. Por ello, tenemos que tener muy en cuenta la opción de la cirugía ortognática, ya que no se trata tanto de una operación para mejorar nuestra autoestima e imagen como de una intervención para optimizar nuestro estado de salud.

Si percibes que tu rutina se está viendo ensombrecida por culpa de problemas en tu mandíbula, no lo pienses más: deposita tu confianza en un cirujano cualificado y deja en sus manos la mejora de tu salud. Piensa en la intervención que te devolverá tu sonrisa.

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