Jessica: “He pasado de una 46 a una 38; todo el mundo me dice que parezco otra”
Nombre: Jessica
Tratamiento: remodelación corporal 360
Resultado: abdomen ultra plano y glúteos proyectados
Nombre: Yessica
Edad: 31
Intervención: Remodelación Corporal 360
¿Te puede cambiar la vida una remodelación corporal 360?
Definitivamente sí. Nuestra querida paciente Jessica ha relatado en primera persona su experiencia tras haberse realizado una remodelación corporal 360.
En su caso, nuestra cirujana especializada, la doctora Aracelly Tuya ha apostado por la combinación de dos técnicas: abdominoplastia + lipotransferencia a glúteos.
Durante su última consulta nos explicaba que su cuerpo había experimentado muchos cambios después de sus embarazos.
Por esta razón, “buscaba una mejoría para volver a sentirse bien con ella misma”.
“Quería mirarme al espejo y contemplar algo que le agradase”, ha confesado visiblemente emocionada.
“Después de mis embarazos, el abdomen se me había quedado colgando”
“Literalmente tenía el abdomen colgando, debido a la flacidez y a la grasa localizada”, ha proseguido.
La primera vez que vino a Clínicas Diego de León, Jessica tenía en mente someterse a una liposucción convencional.
La importancia de una valoración médica profesional
Sin embargo, su doctora detectó en la valoración médica que tenía los abdominales abiertos -algo muy común en las pacientes tras dar a luz-, es decir, que presentaba una distensión abdominal.
Ahora se siente agradecida por el diagnóstico tan acertado, ya que asegura que su resultado es realmente increíble.
Desde el primer momento en el que salió del quirófano ya pudo comprobar que había dejado atrás “su abdomen colgando”. Y eso la emocionó.
“Todo el mundo me comenta que parezco otra”
“He quedado totalmente impresionada con mi experiencia de la remodelación corporal 360. Todo el mundo me comenta que parezco otra, que parezco la mitad de la que era antes”, ha comentado mientras mostraba muy satisfecha su resultado ante nuestras cámaras.
En este cambio tan radical ha destacado que ha pasado de una 46 a una 38.
Y ahora siente que no hay prenda que se le resista. Se siente guapísima con outfits que antes habría dejado descartadísimos en una sesión de shopping.
Pero lo más importante es que ha recuperado su autoestima, su confianza en sí misma y la sonrisa.