Omar Sánchez muestra el “antes y después” de su injerto de pelo
Omar Sánchez acudía a Clínicas Diego de León de la mano de su pareja, nuestra querida paciente Anabel Pantoja.
Tenía muy claro que quería realizarse un trasplante de pelo antes de que fuera demasiado tarde.
Para ambos lo más importante era ponerse en buenas manos. De ahí que acudieran juntos a consulta con el doctor Miguel de la Peña, director médico de Clínicas Diego de León, para tener clara toda la información necesaria: en qué consistía el procedimiento, cuál sería la técnica más recomendable, cómo sería el postoperatorio.
¿Por qué se lo realizó en otoño?
Sánchez está muy expuesto al sol, debido a su profesión, por lo que era muy recomendable que se sometiese a este tratamiento en otoño, justamente cuando la intensidad del sol es más suave y cuando podría conciliar el postoperatorio con su trabajo sin interferir negativamente en la evolución de su resultado.
Además, esta intervención formaba parte de la puesta a punto para la boda, por lo que era importante operarse en la fecha propuesta por el doctor para lucir un resultado impecable en su gran día.
Uno de los pasos más importantes del procedimiento es la primera asesoría personalizada con el doctor especializado.
Y como siempre insiste nuestro equipo médico, es importante emprender el proceso de transplante capilar cuanto antes, desde el momento en el que se percibe que el pelo comienza a perderse de forma progresiva.
¿Qué técnica utilizó?
El equipo médico de Clínicas Diego de León utiliza la técnica más recomendable del sector de la cirugía estética.
Se trata de la técnica FUE, la solución más efectiva y definitiva para acabar con la calvicie.
El éxito de esta técnica radica en la minuciosidad y precisión de su resultado, ya que consiste en un transplante folicular que se aborda pelo por pelo, uno a uno.
Aunque es un procedimiento laborioso para el equipo médico, el paciente lo percibe como un método sencillo que se caracteriza por una pronta recuperación y unos resultados que incluso superan sus expectativas.
De hecho a este método se le considera una cirugía menor, que no requiere ingreso hospitalario ni siquiera pasar noche en el hospital.
¿Qué zonas se trató?
Justamente las zonas que necesitaba, tanto las entradas como la parte de la coronilla. Para ello el equipo médico transplantó un total de 2.500 folículos.
Estos folículos se extraían de la parte superior de la nuca. Posteriormente se clasifican de menor a mayor densidad. Y por último, esta selección estratégica se distribuye en las zonas que se necesita cubrir.
El paciente nos contaba que en los últimos dos años había percibido que ambas zonas empezaban a clarear de una forma cada vez más considerable. Y no solo quería repoblar estas zonas, sino que quería ponerle solución cuanto antes.
¿Cómo son sus resultados?
El resultado es más que evidente. En sus consultas de revisión aseguraba que siempre llevaba el pelo rapado para disimular la pérdida progresiva de cabello. Sin embargo, desde que el pelo empezaba a brotar, no dudó en dejarlo crecer.
Lo más importante es que este pelo transplantado jamás se vuelve a caer, por lo que los resultados son permanentes.
Y por supuesto, no deja ni una sola cicatriz.
La foto del “antes y después” es rotundamente reveladora.
¡Tanto él como Anabel han quedado fascinados con la experiencia!
¡Te esperamos pronto, Omar!