¿Qué le diría Carmen a su “yo” del pasado?
Ésta es su reflexión más íntima sobre la juventud y el paso del tiempo
Descubre su lección de vida
“Me parece alucinante que ya hayan pasado 75 años.
Con la rutina y el estrés del día a día, te dejas llevar y no eres muy consciente del paso del tiempo.
Pero de repente te detienes un momento. Te paras a pensar. Reflexionas. Echas la vista atrás y empiezas a sentir el vértigo del ritmo tan frenético.
Cuando eres niña, el tiempo pasa muy lento. Vas creciendo y tampoco eres muy consciente.
A veces me gustaría volver al pasado para hablarle a mi YO niña, a mi YO adolescente, a mi Yo veinteañera, a mi YO de los 30 años…Así en cada década de mi vida.
A todos mis YO les diría muchas cosas. Que no tengan prisa. Que se recreen en el presente. Que lo disfruten porque todo es efímero, incluso los malos momentos. Que todo puede cambiar de un momento a otro.
Por eso nada es tan importante como priorizarse. Ser ellas mismas. Que ser responsable es necesario, pero también lo es disfrutar y exprimir la vida. Que no hay que hacer caso al qué dirán.
Si hubiese hecho caso a todos los que me decían lo que tenía que hacer, mi vida habría sido un auténtico aburrimiento.
Que hay que vivir sin complejos. Porque esa es la auténtica libertad. ¡Cuánto daño hacen los complejos! Hay una cosa que siempre he tenido clara. Las madres son sabias. Y la mía siempre me lo recordaba. Carmencita, tienes que cuidarte por dentro y por fuera.
Y eso lo he cumplido a rajatabla. Cuando era pequeña imaginaba los 75 años muy diferentes. Los visualizaba en forma de señora mayor. Con el pelo blanco, las arrugas del paso del tiempo, hasta un bastón. ¡Qué horror!
Por eso me parece tan divertido cumplir años. Ese día lo sigo disfrutando como aquella chica de 25 años. Me lo paso bailando hasta el amanecer con mis amigos, río a carcajadas y me siento orgullosa de ser YO.
Me gusta enfundarme el vestido más sexy y subirme a unos tacones de 12 centímetros. Me encanta publicar cientos de stories porque me gusta verme en plenitud, en mi mejor YO.
Cada cumpleaños recuerdo que la edad es solo un número y que cada nueva cifra las cumplo SIN COMPLEJOS porque supe cuidarme día a día para echarle un pulso al paso del tiempo. Porque cuidarte por fuera también es mimarte por dentro.
Carmencita, un último consejo. Cuando empieces a cuidarte, hazlo también SIN COMPLEJOS, sin importarte las habladurías. Y recuerda hacerlo siempre con los mejores. Eso significará que te quieres.
¡Cuídate sin complejos! Esa es la auténtica revolución
Carmen Lomana